Los acontecimientos de Medio-Oriente se convierten en un elemento más de disrupciones globales que sin lugar a duda afectarán nuestra economía y la política económica en México. Por lo pronto queda pendiente una plática entre la presidenta Sheinbaum y el presidente Trump para dialogar sobre los aranceles, el impuesto a las remesas y sobre el problema de la migración.
Un impacto inmediato será un aumento en el precio de los energéticos en forma inmediata, tomando como referencia el precio de la mezcla mexicana, que a mediados de mayo se cotizaba en 57.98 dólares, este martes 17 de junio se cotizaba en 67 dólares, que significa un aumento considerable, lo que dará un respiro a Petróleos Mexicanos y con ello, a las finanzas públicas. A nivel global, los precios más altos del petróleo, y, por tanto, de los combustibles, amenazan con empujar al alza la inflación, lo cual refuerza la previsión de que ninguno de los grandes bancos centrales aumentará las tasas de referencia en su próxima reunión: ni la Reserva Federal, ni el Banco de Inglaterra esta semana, ni el Banco Central Europeo (BCE) el mes que viene.
La escalada bélica entre Israel e Irán supone la materialización de uno de los peores escenarios, ya que puede sumar a más países. Estados Unidos ha alentado el inicio de las hostilidades, amenazando a las autoridades iraníes por sus respuestas. China ha respaldado a Irán señalando que no lo dejará sólo. De esta forma se ha configurado un escenario que escala rápidamente y que podría llevar a que más países tomen partido. El primer impacto está configurándose en el mercado energético, pero de no detenerse el conflicto se puede sumar hacia otros mercados y acabar afectando a la economía global.
Una ruta alternativa hubiera sido que la comunidad internacional tomara cartas en el asunto, ya que Irán ha asegurado que su programa nuclear es con fines pacíficos para respaldar el desarrollo de energías más limpias en su país, tal como lo hacen varios países europeos, como es el caso de Francia en Grenoble. En donde se desarrolló el Instituto Laue-Langevin (ILL), que es un reactor de investigación ubicado en Grenoble, Francia, fundado en 1967 (y renovado entre 1993 y 1995) y lleva el nombre de dos destacados científicos: el físico alemán, Max von Laue, y el físico francés, Paul Langevin. En esta perspectiva, la comunidad internacional hubiera solicitado una revisión de las instalaciones y no permitir una acción unilateral por parte de Israel. Ahora parece demasiado tarde para estas acciones y el inicio de conflicto bélico entre Irán e Israel configura un escenario mayor, con el respaldo de Estados Unidos.
De continuarse alentando el conflicto se podría configurar un escenario de desbordamiento global del conflicto, en donde el conflicto escala y afecta a rutas estratégicas globales (Estrecho de Ormuz, Canal de Suez), combinado con una ciberguerra y ataques a infraestructura crítica fuera del Medio Oriente. Sin embargo, la tesis dominante es que la sangre no llegará al río, ya que, hasta ahora, ninguna instalación petrolera iraní se ha visto afectada, e incluso si se produjeran nuevos ataques contra los yacimientos de petróleo en Irán, se considera que la situación sería manejable, ya que Irán exporta únicamente 1.6 millones de barriles al día. La OPEP (principalmente Arabia Saudí) ya ha incrementado su producción, y solo Arabia Saudí dispone de una capacidad adicional de unos tres millones de barriles diarios. Eso no significa que la economía global vaya a salir indemne, es posible que las bolsas se ajusten a la baja en las próximas semanas.
La duración de la crisis dependerá de qué manejo dé Estados Unidos a esta situación, ya que acciones proteccionistas adicionales podrían configurar una mayor desestabilización adicional, configurando un mayor clima de disrupción, ya que, ante la incertidumbre geopolítica y económica, los consumidores están ahorrando más y las empresas están retrasando la inversión. Una nueva escalada de las tensiones en Oriente próximo agravaría ese sentimiento negativo y lastraría el crecimiento.
En México la situación requerirá de un manejo más fino de política económica, para dar confianza al país se requerirá que el gobierno explique de manera clara y transparente los escenarios que se vislumbran ante la inestabilidad global, sería pertinente que se presentarán los efectos que tendrá sobre Pemex esta situación. Se requiere conformar diferentes escenarios y sus efectos sobre las finanzas públicas, con ello se daría certidumbre a los inversionistas. Es necesario establecer un diálogo más abierto entre el gobierno y los inversionistas, tenemos que recordar que es un país que en los últimos años ha estado invirtiendo poco y que para alentar un nuevo proceso de crecimiento se requiere dar a los inversionistas una mayor certidumbre.