Claudia Olguín

Escena de recuperación en CBD

Los espacios listos para usarse, o aquellos donde el desarrollador asume el costo de adecuaciones, son los que resuelven las necesidades corporativas, ante la volatilidad e incertidumbre por la crisis arancelaria y el cambio en la huella corporativa que han dejado los modelos de trabajo flexibles.

A distintos ritmos los mercados inmobiliarios de los corredores centrales de Ciudad de México (CDMX), viven una recuperación.

Es un escenario relevante porque continúa siendo considerado el punto neurálgico para el desarrollo corporativo en América Latina.Así, las oficinas registraron una tasa de disponibilidad de 18.4 por ciento la tasa de vacancia del inventario clase A y A+, algo que no sucedía desde 2019, pero que también deja ver el desafío de colocar más de 1.3 millones de m2.

Es importante si se considera que la absorción neta, es decir espacio nuevo, llegó a 160 mil m2 al término del primer semestre del año, misma que a pesar de haber crecido 164 por ciento el último año tomaría con ese dinamismo 8.4 semestres más en colocarse.

A lo anterior se suma la entrega a finales de año de cuatro proyectos corporativos ubicados en los corredores Insurgentes, Reforma y Polanco.

Por ello, como aquí lo hemos mencionado, es un tema que ocupa a desarrolladores y propietarios con edificios parte de un inventario que fluctúa de 7.8 a 8.1 millones de m2.

Si bien son 10 los corredores, Polanco, Insurgentes, Santa Fe y Reforma registran el mayor movimiento del denominado Centro de Negocios (CBD) de la ciudad.

Otro aspecto importante para la reflexión es el cada vez más alto porcentaje de espacios acondicionados, mientras que apenas 52 por ciento del área rentable disponible de oficinas se entrega en obra gris. En este sentido, Newmark México destaca que los edificios ubicados en los corredores Bosques Insurgentes, Lomas Altas, Lomas Palmas, Periférico Sur y Santa Fe registran más del 40 por ciento de los m2 disponibles acondicionados.

Esto ocurre porque son justo los espacios listos para usarse, o aquellos donde el desarrollador asume el costo de adecuaciones, los que resuelven las necesidades corporativas, ante la volatilidad e incertidumbre por la crisis arancelaria y el cambio en la huella corporativa que han dejado los modelos de trabajo flexibles.

Es una lógica corporativa enfocada en reducir tiempos y evitar CAPEX se ha convertido en una prioridad operativa.

Ante este panorama, algunos desarrolladores reconfiguran su oferta. Lo han hecho propietarios tradicionales, fondos de inversión y otras firmas como Promociones del Parque, creador de Workrooms, un modelo de oficinas privadas completamente habilitadas con ubicaciones en Polanco, Narvarte e Insurgentes Sur.

La pérdida de presencia de los espacios en obra gris en el mercado se explica porque la inversión inicial para adecuar espacios ronda entre $4,500 y $25,000 MXN por metro cuadrado, de acuerdo con datos de iEstudio.

En este sentido, encuestas globales sobre el workplace han destacado la intención corporativa por adecuarse a las nuevas formas de trabajo, pero la falta de recursos financieros para habilitarlos en un entorno cambiante.

Por ello, para los grandes operadores de espacios de coworking el segmento corporativo hoy representa gran parte de sus inquilinos, pero para algunas empresas prevalece la necesidad de un entorno más privado y enfocado en facilitar la productividad y rendimiento de los colaboradores.

Otra variable a tomar en cuenta son las soluciones integrales “llave en mano” que atienden necesidades empresariales específicas, donde Promociones del Parque cuenta con la capacidad de configurar espacios de trabajo en pisos completos de proyectos como TecnoParque con una capacidad hasta 1,000 personas.

Sin duda, son razones que definirán el desempeño del negocio de las oficinas en CDMX en los meses por venir.

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