Acapulco, Guerrero.- Desde esta ciudad, famosa en el mundo por su impresionante bahía, pero también por la violencia y la inseguridad, la cual, aunque se reduce lo hace de manera paulatina por la abundancia de policías y Guardia Nacional, me entero de la caída de la economía mexicana durante el tercer trimestre del presente año. Ya se cumplen dos años de que aquí se sufrió el fuerte impacto del huracán Otis, de categoría 5 con ráfagas superiores a los 300 kilómetros por hora, causando muy graves destrozos, los cuales todavía son visibles en diferentes partes de la ciudad. Por otro lado, me sorprendió la poca cantidad de visitantes en estos días que son festivos, tal vez influido por el temor a la delincuencia y la preocupación de que las carreteras estuvieran cerradas por manifestantes, así como por la reducción de vuelos aéreos que llegan a este puerto.
La economía nacional tuvo una contracción del 0.3% en el tercer trimestre del presente año, en comparación con la misma fecha de 2024. Por componentes, la actividad primaria, que comprende al sector agropecuario, mostró un avance de 3.0% anual influido por las abundantes lluvias que se han tenido en meses pasados. Sin embargo, este dato positivo resulta perjudicial para los productores porque la abundancia de producción resulta en caída en los precios de sus productos y por ende en los ingresos de los agricultores. Una posible implicación para el próximo ciclo puede ser una reducción en la superficie sembrada, en el caso de que no se apoye al sector. Para compensar lo anterior es conveniente tener precios de garantía para evitar estos riesgos, así como el desarrollo de mercados de futuros para los grandes productores, que les permita asegurar sus precios futuros.
La peor caída en la producción en el tercer trimestre fue en el sector secundario, con un dato de -2.9% en comparación al mismo periodo del año anterior. Aquí se encuentran el sector de minería y de la industria de transformación y manufacturas; asimismo de la construcción, que hace edificios, casas y obras de infraestructura; además se incluye la generación de electricidad, extracción de gas y petróleo, así como de agua y su distribución. Dentro de la industria, se encuentran actividades como la manufactura de automóviles, la producción textil, la electrónica y la fabricación de alimentos procesados, entre muchos más.
Por su parte, el sector terciario, que comprende a los servicios de todo tipo continúo siendo positivo, con un avance anual del 0.9% en el tercer trimestre. Una importante diferencia entre el sector secundario y el terciario es que parte de la producción del primero se puede importar y exportar, mientras que los servicios no se pueden exportar fácilmente; así se puede importar la pintura de cualquier parte del mundo, pero el servicio de pintar una casa se realiza dentro del país. Esto significa que los servicios tienen menos competencia del exterior que los bienes, pero su mercado es más limitado.
Si en lugar de analizar los sectores que producen los bienes y servicios, lo vemos desde el punto de vista de quienes los solicitan, es decir los demandan, es más fácil entender la razón de porque la economía se está frenando. El dinamismo de los cinco principales componentes de la demanda agregada en el primer semestre del año fue el siguiente: El Consumo Privado tuvo una disminución de 0.4%, mientras que el Consumo del Gobierno se incrementó en 1.1%; por su parte la Inversión Privada fue de -4.5% y la del Sector Público de -24.5%. Por su parte, las Exportaciones registraron 12.0%. El principal componente que explica la caída en la actividad económica es la falta de inversión, sobre todo la privada que representa cerca del noventa por ciento del total. Por su parte, la inversión pública no ha tenido un efecto multiplicador en el resto de la economía.
Sorprende que mientras los países desarrollados tienen un importante crecimiento y están inmersos en una expansión financiera, en nuestro país se tiene una contracción de la inversión. Es probable que ese periodo de crecimiento se reduzca en los siguientes trimestres, lo cual impactará de manera negativa en nuestra economía.