Aviñón, Francia.- Esta ciudad situada en el sur de Francia a orillas del río Ródano, tiene buen clima y siendo el cruce de caminos entre Italia, Alemania y países nórdicos, España y Europa Oriente sirvió de sede del papado de 1309 a 1377, al ser parte de los Estados Pontificios. Aquí estuvieron siete Papas, por lo que el Palacio Papal, hoy convertido en museo, es un importante atractivo turístico, además tiene su Festival Internacional de Teatro en julio, así como su catedral, diversos palacios, monumentos y el Puente de Aviñón.
En este país, que es la segunda economía de Europa, preocupa la situación fiscal del gobierno, que continúa con un déficit fiscal importante, que el año pasado se elevó a casi el 6 por ciento de su PIB. Esto impacta en su deuda pública, que continúa creciendo y ya es del 113 por ciento del PIB. Con las actuales tasas, el servicio de la deuda es relevante, por lo que el gobierno recauda impuestos no para proporcionar servicios públicos o administrar defensa e impartición de justicia, sino para pagar los intereses del gasto ejercido en los años anteriores.
Al proporcionar subsidios a la población y programas de apoyo social, se vuelve muy difícil corregir el desequilibrio fiscal debido a las reacciones sociales, por lo que se cae en un círculo vicioso creciente. Esto explica las presiones y manifestaciones ocurridas en este país en años anteriores, cuando se quiso posponer la edad de jubilación de manera progresiva. La situación se complica por la guerra en Ucrania, que amenaza con extenderse a otros países europeos y por la disminución de apoyo de Estados Unidos a la OTAN, lo que presiona para elevar el gasto militar de los países europeos. Por su parte, el déficit fiscal del gobierno de los Estados Unidos es el mayor entre los países desarrollados, tanto en monto como en porcentaje siendo del 7.3 por ciento del PIB el año pasado y de más de dos billones de dólares en el año. Su deuda pública ya representa el 120 por ciento del PIB.
La situación fiscal de México es parecida a la que tiene Francia, ya que a pesar de que su deuda pública es la mitad de la que tienen los países desarrollados, sus tasas de interés son el doble. También es parecida a la de Argentina durante el gobierno de Perón después de la Segunda Guerra Mundial, debido a sus numerosos programas sociales y de infraestructura, así como aumentos de sueldos nominales, los que provocaron importantes desequilibrios fiscales.
Los actuales programas sociales que otorga el gobierno mexicano son crecientes por razones de la pirámide de edades de la población, pero los ingresos no lo son por el estancamiento actual de la economía. Por lo mismo, para evitar que siga elevándose la deuda y su servicio, el gobierno ha optado por la estrategia de reducir la inversión pública, así como bajar el gasto en los servicios públicos, como son el mantenimiento de la infraestructura, el apoyo a los servicios médicos o la seguridad pública. Sin embargo, los recortes al gasto público no pueden ser permanentes, una vez que ya no hay gastos que recortar. Todo lo anterior disminuye el crecimiento económico, lo que a su vez castiga los ingresos públicos.
La solución para superar este círculo vicioso es el crecimiento económico, apoyado en el funcionamiento del sistema de mercado, con los precios como asignadores de los recursos y con certidumbre jurídica. Este es el sistema que finalmente tuvo que adoptar el gobierno chino para poder superar la agobiante pobreza que tenía. A las empresas nacionales y extranjeras se les otorgó la garantía y la seguridad para poder funcionar en la parte de la costa oriental, se quitó el riesgo de las expropiaciones, se mejoró de manera drástica el sistema educativo, se abrió la economía a la competencia y se crearon condiciones para elevar la inversión total arriba del 50 por ciento del PIB, todo lo cual trajo consigo una transformación radical del sistema productivo. Hay que recordar que la inversión en México es cercana al 20 por ciento y la actual reforma judicial que se realiza en México va en sentido opuesto a la requerida para elevar la inversión y el desarrollo económico del país.