“No sabían que era imposible… por eso lo hicieron”. Esta frase remata un libro de más de 200 páginas ideado, investigado, financiado y ahora promovido por Miguel Quintana Pali, fundador de Grupo Xcaret y que plantea la oportunidad para México de invertir en un canal que conecte el Océano Pacífico y el Atlántico, de manera más eficiente que los otros dos cruces actuales: Panamá y el estrecho de Magallanes.
Pali contrató varias decenas de expertos en vialidades, terrenos, factibilidad medioambiental, ingenieros y antropólogos para que le presentaran con lujo de detalle alternativas para construir una vía para conectar los dos océanos por la zona más angosta de nuestro país.
Dos entidades federativas, Veracruz y Oaxaca, tienen territorio en la región del Istmo de Tehuantepec. El área completa abarca una superficie de 47,939.5 km2 que corresponde a 79 municipios y donde habitan 2,380,164 personas (1.9% del total nacional).
Es un estudio privado (“un regalo para mi país”, me confirma el empresario) del análisis sobre una obra que sí sería emblemática para México y, porqué no, para toda la región del T-MEC (tan urgida de buenas noticias y planes salvadores).
Luego de meses de trabajo, cientos de mapas, de investigaciones y de cálculos (financieros y de campo) el ‘potencial’ Canal Interoceánico del Istmo de Tehuantepec sería así:
- Una vía marítima de 240 kilómetros con capacidad de cruce de 190 barcos diarios (versus 45 que hoy atraviesan por Panamá)
- Un ancho de 200 metros de costa a costa que permite el acceso de barcos Post-Panamax.
- Un recorrido de 15 horas de océano a océano
- 15 años de obra
- Inversión de 218,157 mdd (unos 15,000 anuales)
El proyecto plantea, en ambas riberas, la creación de zonas industriales, puertos, áreas logística y centros educativos-universitarios. Con lo cual, mucho más allá de ser centro marítimo y de desarrollo, se convertiría en uno de los cuatro centros económicos, industriales y comerciales más importantes del mundo. Y precisamente en una de las zonas menos beneficiadas del país y a la que Morena ha tratado de revitalizar desde el sexenio anterior. Incluso el proyecto contempla una sinergia con el Tren Transístmico para mover de costa a costa mercancías, convirtiendo a ambos proyectos en una plataforma multimodal de logística única. “En suma, consistiría en la obra marítima más importante del mundo en los últimos 100 años”, afirma Quintana Pali.
Su libro está plagado de mapas, tablas, comparativos y análisis de factibilidad. Hay un punto que me pareció sumamente importante: 80% de la carga que cruza por el Canal de Panamá viene o va hacia la mayor economía del orbe, la norteamericana. Ahora, la distancia entre Long Beach a Miami por el Pacífico, cruzando a través del Canal de Panamá, es de 7,905 km. En cambio, por el Canal del Istmo de Tehuantepec se reduciría a 5,525 km. La diferencia de 2,380 km equivale a 2 días más de viaje.
“El Canal Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, no solo permitiría diversificar y fortalecer la economía nacional. Sería el detonador para construir el México del futuro con justicia social y desarrollo cultural y económico. Este Proyecto de Nación convertiría al país en un protagonista en el escenario global”, agrega.
¿Hay negocio? El libro lo analiza incluso desde el hecho de que el Canal de Panamá está sufriendo por la falta de agua y también en su tamaño por los nuevos formatos de buques de carga. La alternativa mexicana sería la primera opción de los gigantes de la logística.
El proyecto contempla en un inicio un tráfico diario de 150 buques lo que dejarían al canal un ingreso anual de 19,327 mdd y la utilidad de 11,717 mdd (antes de gastos financieros).
“Para México, es la oportunidad de reinventar nuestro destino al crear uno de los cuatro centros económicos, industriales y comerciales más importantes del mundo conectado a las dos rutas marítimas más importantes con el mayor mercado comercial e industrial del mundo, Estados Unidos. Además, la construcción de la obra mitigaría parte del problema migratorio, pero una vez concluida, la fuerza laboral necesaria para este proyecto llegaría de todo México, seguida de la de los países centroamericanos”, agrega el fundador de Xcaret.
¿Cómo habrán leído esta evaluación desde la presidenta a los secretarios de Economía y Turismo?
¿Tendremos en el horizonte una competencia real al Canal de Panamá?