Anderson Report

Somos cantera de CEOs para el caos

En tiempos de incertidumbre en el mundo, parece que quienes mejor navegan las crisis son los ejecutivos latinoamericanos. Unilever y Nissan son un ejemplo.

Hace pocas semanas, asumió como CEO mundial de Unilever, el argentino Fernando Fernández. En una entrevista con Barclays, el ejecutivo fue brutalmente sincero en porqué lo eligieron para dirigir a este corporativo: “la junta directiva cree que para la siguiente fase de transformación de la empresa, que fundamentalmente consiste en convertir a Unilever en una empresa de clase mundial en términos de creación de marca y ejecución de mercado, mis habilidades y mi trayectoria encajan mejor. Así que ese es el motivo de esta decisión. No hay nada más al respecto. En cuanto al momento oportuno, la pregunta que se hicieron fue: ¿por qué esperar? ¿Qué información adicional aportaría el tiempo para fundamentar una decisión diferente? Concluyeron que era el momento oportuno: cuanto más rápido, mejor. Y creo que es un buen mensaje para mí y para la organización. No postergar la decisión cuando se tiene suficiente información para tomarla”.

Fernández es un auténtico piloto de tormentas que ha dado buenos resultados como CFO en mercados complejos como Brasil, Filipinas y América Latina. La coyuntura, los avatares de economías acostumbradas a fuertes golpes de timón desde el punto de vista económico y financiero son habilidades que lo prepararon para estar en el mejor puesto en el ¿peor? momento de cambios profundos en la globalización para multinacionales con portafolios tan complejos como regionalizados.

En otro sector como es el automotriz, sumamente afectado por el nuevo orden económico impuesto desde la Casa Blanca y su impronta de aranceles, una de las mayores armadoras globales acudió a buscar también talento latino para salir de este momento crítico.

Desde la semana pasada Nissan Motor nombró al mexicano Iván Espinosa como CEO y presidente. Su misión será devolver la rentabilidad a una firma que ha perdido terreno frente a Honda Motor y en medio de una reestructuración que incluye cierre de plantas y el despido de 9 mil trabajadores en todo el mundo. Espinosa trae la bandera del único mercado global donde Nissan tiene números positivos y ha sabido crecer y ordenar operaciones también en el Sudeste Asiático. El consejo de la armadora japonesa entendió que nadie mejor que un mexicano para capotear una guerra comercial global, donde una de las barracas más profundas estará justamente en nuestro país.

Los aranceles, las cadenas productivas del T-MEC, los insumos y la guerra contra China, son temas que el ejecutivo mexicano podría controlar con mayor know how que su predecesor japonés (que por cierto, se lo señala como el principal responsable de la fallida fusión Nissan-Honda).

El ascenso de líderes latinoamericanos como Fernández y Espinosa demuestran que nuestra región con todas sus crisis y avatares, ha sido una excelente universidad para preparar a ejecutivos a operar en tiempos difíciles, donde no solo se requiere experiencia y talento sino pensamiento disruptivo y capacidad de adaptación, ’skills’ que esta región ha sabido generar a fuerza de crisis.

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