Hace pocos días pasó por México Paul Castells, jefe de análisis económico en GSMA, la mayor asociación global de operadores móviles del mundo.
Su ‘mero mole’ es el espectro radioeléctrico (lo que él llama el ADN de las telecomunicaciones móviles). Y siendo un tema recurrente en el país el costo de este insumo ya no solo a nivel regional sino mundial, aproveché su visita para entrevistarlo y poner un poco de luz en este tema que ha vuelto a estar en el tapete de cara al despliegue (o no) de la tecnología 5G en nuestro país y las consecuencias para el desarrollo (o no) y la atracción (o no) de inversión que esto puede traer aparejado.
Si el espectro radioeléctrico fuera una autopista, vamos en camino a estar saturados y con problemas de circulación. Además hay factores extras como el aumento del consumo de contenido digital (hola, videos en TikTok, Reels, Netflix, WhatsApp) que meten más presión en una vía cada vez más angosta.
La fórmula actual de costos del espectro, el modelo de las subastas y la falta de una política de Estado que busque aumentar la infraestructura digital pueden ser otro palo en la rueda del cacareado nearshoring.
¿Por qué es tan caro el espectro radioeléctrico en México?
La verdad es que no hay ninguna razón técnica, ni de mercado para que el espectro mexicano sea uno de los más costosos del mundo. Es solo una decisión de política pública.
¿De modelo de cobro?
Hay dos grandes maneras de ver el espectro radioeléctrico en todo el mundo: una es recaudatoria y la otra tiene en cuenta un sentido más de promoción de conectividad. Pero lo que hemos visto que en los últimos 10 años es que muchos países han avanzado y cambiado de un modelo a otro, una transición muy positiva. Países que deciden moverse a una mayor conectividad como Brasil, Chile y ahora Colombia, que está en desarrollo pero que hay una visión del Estado de mejorar la infraestructura antes de verlo desde lo que puedan recaudar. Porque es muy miope solo pensar en cobrar hoy y no pensar a mediano y largo plazo porque si desarrollamos infraestructura digital para el país, eso también generará mayor recaudación luego.
En México desafortunadamente esta transición no se ha producido. Y tiene, además, una particularidad casi única: 85 por ciento de todo el costo del espectro se fija con los derechos de pago anuales. Es algo extraordinario que no se ve en otro país.
¿Cómo es en otros países entonces?
Hay muchos países donde tienen tasas de pago anuales, pero son tasas muy bajas y que se establecen para cubrir los costos públicos del manejo del espectro (como el costo de lanzar una subasta pública de espectro). Pero no es una tasa que se use para recaudar y que vaya a parar al presupuesto general del estado. Los costos tan altos han generado que se hayan dado ya subastas de espectro desiertas.
¿Por qué nos tiene que importar como consumidores el costo del espectro?
Sé que siempre suena a una cosa supertécnica, incluso casi esotérica.
Si bien el costo del espectro parece algo solo para especialistas, es un tema que termina impactando en todos nosotros.
Hace unos dos, tres años hicimos, desde GSMA, un estudio con cifras de más de 70 países con datos detallados con las bandas de espectro que tiene cada empresa y cuánto pagó por ella, y los resultados en los mercados en cobertura, niveles de adopción y calidad de las telecomunicaciones móviles. Encontramos una relación muy clara: a menos espectro o con espectro a precios más altos, hay un impacto en la población porque genera un despliegue más lento de cobertura de red tanto 3G como 4G y una velocidad de descarga más baja.
¿Y cómo nos fue en el resultado?
Hicimos una simulación de qué hubiera pasado si el costo del espectro hubiera estado al promedio de la región. Encontramos que en cuanto al despliegue de 4G, la cobertura hubiera sumado 5 millones extras de mexicanos que no tenían hasta ese momento acceso a telecomunicaciones móviles, gente que queda fuera de la conectividad. También encontramos datos de calidad de la red que se miden en el tiempo y velocidad de descarga.
Esto afecta directamente a los videos que son hoy por hoy 75 por ciento del contenido que se distribuye en telefonía móvil. Con un espectro a precios estándar la velocidad de descarga sería 30 porciento más veloz.
¿Y qué pasaría con la red 5G?
Sin una reforma a la Ley Federal de Derechos de uso de Espectro, es que esta nueva generación de servicios va a ser muy complejo que se logre sin una subasta de espectro para todo el despliegue que requiere esta tecnología. Hoy en México operadores (AT&T y Telcel) han hecho un esfuerzo muy grande en lanzar 5G sin tener el espectro adecuado. Lo cierto es que están usando parte del espectro para 4G que tienen y lo han reciclado para dar 5G, pero no es el tipo de espectro que se usa en el resto del mundo.
¿Qué pasará en México si se sigue manteniendo el alto costo y aumenta a su vez el volumen de consumo en redes celulares actuales?
Si no hay más espectro hay un riesgo de congestión en la red.
Esto es como una autopista (el espectro) y las antenas son los coches que llevan el tráfico. Si la autopista cada vez tiene más autos, necesitará una vía extra, sino quedan los vehículos encallados. Se pueden hacer algunas cosas para que ese tráfico fluya mejor.
Se puede optimizar con las empresas que hoy generan el tráfico, como Netflix, TikTok, Meta (Facebook, WhatsApp e Instagram) o YouTube. Al no tener hoy ningún incentivo para ser eficientes y sin una diferencia de costos si envían un video en alta definición o en definición estándar. Si no hay más espectro a buen precio, la otra manera de descongestionar esa carretera es construyendo más antenas (que es una opción muy cara) y hay un punto donde ya no hay espacios físicos, sobre todo en las grandes ciudades para montar antenas.
Hay un boom de licitaciones 5G en la región, ¿cuáles serían las decisiones que se deberían tomar en México para no quedar a la retaguardia ?
El Instituto Federal de Telecomunicaciones tenía planes de licitar las bandas de espectro para 5G este año y, de un modo razonable, ha decidido posponerla, tras testear el mercado y ver que en las condiciones actuales de precio no hay demanda.
Es complejo que se pueda hacer la subasta si no hay ajuste a la Ley Federal de Derechos (costos que hoy representan 85 por ciento del valor total del espectro).
Y volviendo al principio, no apostar a esta tecnología puede afectar aquellos servicios 5G que son para empresas que en definitiva aportarán y tendrán un impacto a mediano plazo en la economía. Sin 5G no serán igual de eficientes, productivas ni generarán la cantidad de empleo ni de crecimiento económico.