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Más allá del match: los ‘running clubs’ están reemplazando las apps de citas

Aunque correr suele ser un deporte solitario, los clubes de corredores son sociales por naturaleza: reúnen a personas de la misma comunidad y promueven metas comunes.

Los clubs de corredores o running clubs, como se les conoce en inglés, han incrementado enormemente su popularidad, especialmente entre la Generación Z (nacidos entre 1997 y 2012). Una de las principales motivaciones de este grupo es la búsqueda del bienestar y el distanciamiento de las actividades sociales centradas en el consumo de alcohol. A esto se suma un creciente rechazo al uso de aplicaciones de citas, que ganaron miles de usuarios en 2020 y alcanzaron su pico en 2023.

Aunque los patrones de comportamiento cambian a lo largo del año - en enero y febrero se crean más perfiles en estas plataformas que durante el verano-, desde 2023 se ha registrado una disminución promedio del 20 por ciento en la creación de nuevos perfiles, en comparación con años anteriores.

Aplicaciones como Nike Run Club y Strava han incrementado significativamente sus membresías, lanzando nuevos productos y creando alianzas con diferentes marcas, establecimientos e incluso aplicaciones de citas para atraer a más usuarios.

Correr no es el único deporte en auge: también ha habido un resurgimiento del pádel y un aumento en la práctica del tenis y el ciclismo. Sin embargo, los running clubs destacan por tres características que los hacen especialmente atractivos para los corredores jóvenes.

1.- Comunidad y conexión en la vida real

Aunque correr suele ser un deporte solitario, los clubes de corredores son sociales por naturaleza: reúnen a personas de la misma comunidad y promueven metas comunes. Algunas aplicaciones de citas han creado sus propios running clubs, que agrupan a personas con intereses similares con el objetivo de conocerse corriendo y después continuar la conversación en otros espacios. Las marcas que se han sumado a estas iniciativas han tenido gran éxito en redes sociales, al igual que los establecimientos que ofrecen espacios para que los runners socialicen al finalizar sus rutas.

2.- Accesibilidad y asequibilidad

Aunque cada vez existen más productos y servicios donde los corredores pueden gastar su dinero, los running clubs siguen siendo bastante accesibles. Running World estima que el corredor promedio gasta entre 100 y 400 dólares al año en tenis, membresías y equipo para correr.

Claro que esto aumenta en el caso de corredores más serios, que pagan cuotas por carreras y maratones. Sin embargo, para comenzar, lo único que se necesita son unos tenis y las ganas de correr. Otro punto importante es que no se requiere experiencia previa: todos son bienvenidos, pueden correr a su ritmo, detenerse si es necesario y volver a unirse al grupo según su capacidad física.

3.- Cambio de las normas sociales

La Generación Z está redefiniendo muchos comportamientos sociales heredados de generaciones anteriores. Es la generación que menos consume alcohol y que prefiere relacionarse a través de actividades como estas, en lugar de asistir a bares y discotecas.

Según el informe anual de Strava, las membresías a running clubs aumentaron casi un 60 por ciento en 2024. Algunos críticos los han calificado incluso como “cultos”, pero -les guste a no a los corredores tradicionales-, todo indica que los running clubs llegaron para quedarse convirtiéndose en la nueva tribu de la Generación Z.

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