In-tech-national

¿Nos mudamos al metaverso?

El metaverso que Zuckerberg propone ya existe, pero aún está en construcción.

El metaverso que presentó Mark Zuckerberg hace unas semanas empezó una conversación sobre el futuro de la interacción que tendremos con la tecnología. Para muchos, el futuro que plantea suena a una película de ciencia ficción en el que viviremos en un mundo paralelo. Para otros es una oportunidad para innovar. Lo que sí nos queda claro es que vamos para allá pero todavía falta mucho para llegar.

El metaverso que Zuckerberg propone ya existe, pero aún está en construcción. Hoy vivimos conectados con la tecnología, sin embargo, interactuamos a través de dispositivos que en su mayoría son pantallas. Esto ha evolucionado con los wearables, los dispositivos que llevamos puestos en nuestra ropa y accesorios. Además tecnologías como NEST de Google han logrado que los hogares se transformen en casas inteligentes. En las que la tecnología empieza a tomar espacios que antes únicamente los ocupaba lo físico o lo mecánico, y le incluimos la parte digital.

Como lo menciona Zuckerberg, el metaverso es el siguiente capítulo del Internet, extendiéndose más allá de la tradicional. En el que lo digital y las computadoras logren la tridimensionalidad. Existen dos principios clave para que el metaverso pueda funcionar, la apertura y la interconectividad o interoperabilidad. Si hoy visitamos una sala de TV probablemente encontraremos varios controles remoto, uno para la televisión, uno para el sistema de sonido, uno para el DVD, en fin cada dispositivo tiene su propio control. En el metaverso, un solo control o dispositivo permitirá la comunicación entre todos y seguirá evolucionando mientras la tecnología avance. Esto llevado a todos los ámbitos quiere decir que todo, absolutamente todo estará interconectado, lo que compremos dentro del metaverso lo podremos utilizar afuera también.

A esto hay que añadir el principio de la apertura, todas las personas que diseñen el metaverso tendrán que aceptar todo lo que se diseñe en él y además que todo esté interconectado. Esto será similar a la estructura de blockchain, en la que no existe un controlador absoluto y en donde todos los colaboradores son interdependientes.

El futuro está lleno de posibilidades realmente emocionantes. Si estos dos principios se ponen en práctica de manera correcta lograremos la transparencia, que será crucial para navegar en metaverso. Aún existen muchas dudas y consideraciones, el marco regulatorio y las convenciones que creemos serán cruciales para asegurar la privacidad y la seguridad de todos. El metaverso aún está lejos, pero no hay duda que vamos en camino a un mundo gemelo digital.

COLUMNAS ANTERIORES

Inteligencia emocional: la clave para un liderazgo auténtico y efectivo
La evolución del rol del Director de Comunicaciones

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.