Análisis sin Fronteras

Nada que presumir en sistema de proteccion civil

Por más que se critique a anteriores gobiernos por la corrupción, también hay que reconocer que la estrategia de protección civil del gobierno mexicano era reconocida alrededor del mundo por su capacidad de anticipar, coordinar y operar ante los peligrosos desastres que ha enfrentado México. 

En algo sí tiene la razón la presidenta Claudia Sheinbaum cuando, muy enojada, expresó esta semana su frustración ante el cuestionamiento en la conferencia mañanera sobre la reacción de su gobierno ante las más recientes inundaciones asociadas a la tormenta Raymond: “Ahora dicen que el FONDEN era un instrumento integral para atención de desastres. Falso, mentira. El FONDEN era un esquema burocrático, tardado y corrupto, con todas sus letras lo digo”.

Esta declaración la hizo defendiendo el modelo actual de atención y apoyo a las víctimas de las inundaciones en Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí y ante la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) 2021 en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. La presidenta Sheinbaum tiene razón en asegurar que el FONDEN era un nido de corrupción, y aseguró que la semana entrante presentará un reporte detallado.

El problema es que los corruptos del PRI y del PAN, ahora son funcionarios o allegados de MORENA, incluyendo a José María “Chema” Tapia, ex candidato del partido oficial a la alcaldía de Querétaro y ahora aspirante a la candidatura de gobernador: Como director del FONDEN en el sexenio de Peña Nieto, los reportes periodísticos aseguran que se encontraba en Las Vegas, justo cuando México enfrentaba la emergencia provocada por los huracanes Ingrid y Manuel. La prensa documentó que Tapia se encontraba apostando en casinos y hospedado en un hotel de lujo, lo que generó fuertes críticas por su ausencia en plena crisis nacional. Este es solo un ejemplo, y seguramente la presidenta presentará muchísimos ejemplos más de corrupción. Pero esta realidad no justifica la desaparición del FONDEN, porque más allá de todos sus defectos, esta agencia garantizaba recursos inmediatos para atender emergencias y reconstruir infraestructura básica. Hoy, los apoyos dependen de partidas presupuestales que Hacienda libera caso por caso, lo que retrasa la llegada de ayuda en los momentos más críticos.

El problema es que, al desaparecerlo, no se creó un mecanismo alternativo con reglas claras, transparencia y capacidad de reacción inmediata. El resultado es un esquema más discrecional, con menos recursos y mayor dependencia de decisiones políticas. El error de López Obrador y de la misma presidenta Sheinbaum es que están tratando de justificar la incapacidad del gobierno de reaccionar a los desastres, justificando la desaparición del FONDEN.

La semana del 17 al 20 de octubre se espera una nueva ola de afectaciones por lluvias en casi la mitad del país, ¿en verdad piensa la presidenta presentar un reporte balconeando la corrupción en sexenios pasados para justificar las dificultades para apoyar a la población? En lugar de estar volteando hacia atrás urge que se enfoquen en evaluar y preparar para las siguientes inundaciones, huracanes, otros desastres naturales, pandemias, explosiones, atentados.

La primera pregunta que habría que establecer quién es el o la responsable. Porque si algo podemos deducir de las inundaciones de esta semana es que nadie asumió la responsabilidad de asegurar que la información de las tormentas llegase a los municipios, estados, a las secretarías, a la misma presidenta. El alertamiento de la CONAGUA o de la Secretaría de la Marina obviamente no fue suficiente. Todo indica que la crisis agarró a las instituciones, hasta la misma presidenta, de sorpresa. De haber avisado a tiempo, el Ejército, la Marina, CFE, Telmex, IMSS, e instituciones como la Cruz Roja y otras ONG, deberían de haberse movilizado 24 horas antes movilizando equipo y personal para acercarlos al área impactada. Todo indica que había información de la tormenta, pero no la coordinación.

Por más que se critique a anteriores gobiernos por la corrupción, también hay que reconocer que la estrategia de protección civil del gobierno mexicano era reconocida alrededor del mundo por su capacidad de anticipar, coordinar y operar ante los peligrosos desastres que ha enfrentado México.

Esta semana el mundo vio fue un gobierno federal y estatal con una estrategia de protección civil deficiente y que no está preparada para las crisis reales que enfrentará el país en materia de desastres, otras crisis y emergencias. El nivel y la capacidad de convocatoria de la actual directora de Protección Civil no es suficiente y habría que cuestionar si debe de seguir en el puesto. En el nuevo cronograma gubernamental debería ser el secretario de Seguridad Publica… Pero ¿también se le va a agregar esta responsabilidad? ¿Quién tiene la responsabilidad política del sistema de protección civil en México?

Estas definiciones son importantes ya que inició el escrutinio de las capacidades de México en materia de protección civil por el Mundial de Futbol en el 2026. En este momento no hay mucho que presumir.

COLUMNAS ANTERIORES

Cambio de régimen a la buena o a la mala
Rescatando la Secretaría de la Marina y de la Defensa

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.