Desde San Lázaro

Degradación aérea en el radar

AMLO quiso activar el AIFA ordenando que las operaciones de carga del aeropuerto internacional de la CDMX se trasladaran a esa terminal aérea, sin considerar los elevados costos que representaba para las aerolíneas.

Todos los caprichos de López Obrador han significado enormes pérdidas para el país. Un ejemplo es el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), que fue habilitado a toda prisa para subsanar la cancelación del aeropuerto de Texcoco. Este llevaba un avance del 30 por ciento e iba a ser uno de los diez más relevantes del mundo. Sin embargo, la ocurrencia tabasqueña resultó ser todo un fracaso, ya que se convirtió en un museo militar con escasa afluencia y nula rentabilidad.

A base de decretos, AMLO quiso activar el AIFA ordenando que las operaciones de carga del aeropuerto internacional de la CDMX se trasladaran a esa terminal aérea, sin considerar los elevados costos que representaba para las aerolíneas tal medida por los grandes retos que significaba en temas de logística y movilidad.

El resultado de inventar una demanda ficticia de pasajeros para los vuelos que se operan en el AIFA es que, a la fecha y por muchos años más, seguirá registrando pérdidas que el gobierno cubrirá con el dinero de todos los mexicanos, ya que no levanta el vuelo.

Y como si esto no fuera suficiente para evidenciar la torpeza de López, ahora la administración de Donald Trump anunció medidas contra México. Esto se debe a la decisión de AMLO de rescindir franjas horarias de vuelo —los llamados slots— a aerolíneas de Estados Unidos y obligarlas a sacar operaciones del AICM para llevarlas al AIFA.

Una de esas medidas de castigo para México son las restricciones que ha emitido el Departamento de Transporte estadounidense a las aerolíneas mexicanas de presentar horarios de todas sus operaciones en EU y obtener la aprobación previa antes de realizar cualquier vuelo comercial o chárter. También se propone retirar la inmunidad antimonopolio a la empresa conjunta Delta Air Lines con Aeroméxico.

Sean Duffy, Secretario de Transporte de EU, señaló que México no ha cumplido con el acuerdo bilateral desde 2022, cuando rescindió abruptamente los slots y obligó a las aerolíneas de aquel país a reubicar sus operaciones de carga.

No solo eso, sino que el gobierno de AMLO se comprometió a realizar las obras necesarias para aliviar la congestión con el AICM, pero esto aún no se ha concretado, lo que ha dejado pérdidas millonarias a sus aerolíneas.

Como se aprecia, de un capricho de López al cancelar el aeropuerto de Texcoco (sin ninguna justificación técnica o presupuestaria y solo con mentiras sobre actos de corrupción que nunca se comprobaron y sí, en cambio, derivó en un daño patrimonial a la Nación) se causaron daños multifactoriales que le costó al país más de 500 mil millones de pesos, cifra que incluye el pasivo generado por los bonos que se dejaron de cubrir a sus tenedores, quienes invirtieron para fondear el proyecto del aeropuerto de Peña Nieto.

Además de estas pérdidas para el erario público, se dañó a las aerolíneas mexicanas y extranjeras que se vieron afectadas por el decreto de AMLO de llevar sus operaciones al AIFA.

Mientras que en Palacio Nacional desestiman las acusaciones que hace el presidente Trump y sus principales colaboradores al gobierno mexicano por estar “petrificados ante los cárteles de la droga”. Por ello, se toman todas las medidas que sean necesarias para que el gobierno de la presidenta Sheinbaum cumpla con su responsabilidad de acabar con los narcos y aliados incrustados en las filas de la 4T. La Casa Blanca no parará de castigar a México.

Los narcoterroristas mexicanos son una amenaza real a la seguridad interior de Estados Unidos y por ello no descansará Trump en presionar para que el gobierno de la 4T haga su tarea y, si no puede, pues ellos lo harán.

En este contexto, se entienden las recientes acciones anti-México contra productos nacionales, como el ganado, el jitomate, por supuesto todos los aranceles y ahora, la degradación aérea de vuelos mexicanos a EU.

Las sanciones que impondrá el Departamento de Transporte de EU a México representarán grandes pérdidas económicas a la flota aérea comercial mexicana, que de suyo, con AMLO-Sheinbaum, no ha podido recuperarse desde la crisis por Covid.

Vivimos en el México bizarro en donde todo sale al revés. De estar a unos meses de contar con un aeropuerto de talla mundial con la movilización de más de 50 millones de pasajeros al año, pasamos a tener terminales aéreas bananeras en la capital del país como son el AICM, AIFA y, de refilón, también le toca al de Toluca, ya que AMLO prometió que los tres iban a atender la demanda creciente de vuelos.

Todo resultó una mentira muy costosa para los mexicanos, al igual que otras ocurrencias que tuvo el genio de Macuspana como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, Mexicana de Aviación, la Megafarmacia, sus bancos, universidades, gasera y todo lo que tenga el prefijo de “Bienestar”.

Cada vez que Sheinbaum levanta un tapete o abre un closet, se encuentra con problemas heredados por su mentor.

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