Desde San Lázaro

Pemex pierde por todos lados y nadie se da cuenta

Pemex pierde por todos lados: la caída de la producción, las ventas, los intereses de la deuda y el huachicol. Además, la ineptitud de sus directores generales, contribuye a que la empresa esté al borde de la quiebra.

Petróleos Mexicanos pierde 56 millones de pesos al día por huachicol, de acuerdo a datos obtenidos vía transparencia por El Universal, cifra que permitiría abatir el desabasto de medicamentos y otorgar, por ejemplo, los aumentos salariales que solicitan los trabajadores del Poder Judicial.

López Obrador presumió repetidamente que durante su gobierno se había acabado la ordeña de ductos de Pemex. Sin embargo, con el nuevo gobierno, cada semana se reportan golpes espectaculares contra el huachicoleo. El más reciente fue la detección en Coahuila de 129 ferrotanques con 15 millones de litros de hidrocarburos, lo que representa uno de los golpes más significativos del gobierno. Para un operativo de este tamaño, necesariamente se requiere la complicidad de funcionarios públicos, tanto federales como estatales, empresarios y criminales.

La diatriba tabasqueña, en el ocaso del sexenio, era de tal cinismo que se declaró que “hemos logrado prácticamente desaparecer el robo de combustible…nos ahorramos 330 mil millones, mucho más que lo que nos costó la refinería Dos Bocas”. Es increíble la cantidad de mentiras en tan solo una declaración, ya que no se terminó con este delito, no hubo tal ahorro y menos, el costo de Dos Bocas ha sido inferior a 330 mil millones, cuando al momento ha sido de 23 mil millones de dólares.

Para traficar con las gasolinas en niveles gigantescos, se necesita una gran corporación empresarial que cuente con los activos, equipos y personal necesarios para diseñar todo el mecanismo de huachicoleo. Este mecanismo abarca todo el proceso comercial que implica operaciones de esta magnitud.

En momentos en que Petróleos Mexicanos vive una crisis inédita que lo tiene al borde del colapso, sus ductos son absorbidos por tomas clandestinas. Estas tomas llevan el combustible directamente a gasolineras y expendios clandestinos que cualquier persona puede encontrar en autopistas, carreteras y caminos rurales. Sin embargo, para la Guardia Nacional, el Ejército, FGR, policías y demás cuerpos de seguridad, no existen.

Pemex pierde por todos lados: la caída de la producción, las ventas, los intereses de la deuda y el huachicol. Además, la ineptitud de sus directores generales, como Octavio Romero en tiempos de AMLO y ahora Víctor Rodríguez Padilla, contribuye a que Pemex esté al borde de la quiebra.

El huachicoleo es el gran tema en las reuniones matutinas de seguridad que comanda la presidenta Claudia Sheinbaum. Por lo que se aprecia, apenas están detectando la punta del iceberg de un delito que necesariamente es solapado, incluso por mandos intermedios de Pemex. Esos niveles de ordeña deberían ser detectados por los sistemas de medición que tiene la petrolera en los ductos.

Si inyectan determinada cantidad de gasolinas por los ductos y no se reciben en los centros de distribución, pues hay huachicoleo; o más aún, si está saliendo el producto de los almacenes y no se refleja en las ventas, simplemente quiere decir que hay ordeña.

Sería oportuno que Víctor Rodríguez informe a la opinión pública el monto multimillonario de las pérdidas que tiene mensualmente Pemex desde 2018. Como se recordará, al inicio del sexenio de AMLO se interrumpió el suministro de gasolinas en buena parte del país, por culpa del huachicoleo. Por lo tanto, el tabasqueño ordenó el montaje de compra de cientos de pipas para transportar el hidrocarburo por vía terrestre.

La realidad fue que el desabasto de gasolinas no se debió al operativo de la 4T, sino a que se dejaron de hacer las compras oportunas de gasolinas en el extranjero y por ello se recrudeció el problema.

La soberanía energética de la que tanto presumieron López Obrador y Octavio Romero quedó en otra de las grandes mentiras vertidas por el mesías de la 4T, ya que no solo se dejó de depender de las importaciones de combustibles, sino que se provocó la quiebra técnica de la petrolera más endeudada del mundo, Petróleos Mexicanos.

Mientras que en otros países del orbe se tienen debidamente monitoreados con sistemas digitales y de Inteligencia Artificial (IA) los combustibles que se mueven por los ductos de distribución de las gasolinas, en México no se tiene dinero para hacerlo y menos para movilizar a los cuerpos de seguridad para resguardar las instalaciones de Pemex, desde las refinerías hasta los mismos ductos.

En la mañanera se repite hasta el cansancio que se combate el huachicol y que se van a detener a todos los involucrados, pero extrañamente, no caen los peces gordos, tan solo uno que otro pelagatos de poco pelo.

Sin duda, se reforzaría la narrativa oficial con la captura de los principales huachicoleros. Sin embargo, ello no ha ocurrido y, como se ven las cosas, no sucederá en el corto plazo. Esto se debe a la sencilla razón de que personajes de la 4T, como han señalado diversos medios de comunicación, están involucrados en este delito.

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