Desde San Lázaro

La CNTE huele el miedo del gobierno

En el ADN de la CNTE está la autofagia, el radicalismo y otras características muy particulares que exigen firmeza por parte del gobierno y aplicación del orden constitucional.

“No somos un gobierno represor, sino de diálogo y de libertades”, presume la presidenta Sheinbaum ante la beligerancia de la CNTE, quienes se han replegado para regresar, dicen ellos, con más fuerza y con más violencia, a lo que el gobierno federal se alista a resistir y a no caer en chantajes, ni mostrar debilidad, porque la Coordinadora, como los perros, huele el miedo a varios kilómetros de distancia.

En tanto, Alfonso Cepeda Salas, líder nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), repudió el ataque contra la sede sindical perpetrado por la Coordinadora. “La agresión será denunciada para que se deslinden responsabilidades y se actúe conforme a la ley. Los verdaderos maestros no actúan con violencia”.

Los maestros comprometidos con la educación pública y con los estudiantes no abandonan las aulas y menos intentan chantajear con violencia, sinrazón e irresponsabilidad.

La fuerza principal de la CNTE está en Oaxaca, en la sección XXII, donde sí convocan a la mayoría. Con presencia en Chiapas, Guerrero, Michoacán y, ahora, en Zacatecas. El dato es que hay una relación directa entre la CNTE y los bajos niveles de aprovechamiento escolar, menores niveles educativos, más días sin clases, niñas y niños peor preparados. A mayor presencia de la CNTE, peor educación.

La Coordinadora, como los alacranes, traiciona y se autosabotea en aras de preservar una programación genética que la caracteriza y determina con una incapacidad para ser un aliado confiable, consistente y constructor de soluciones para sus simpatizantes.

No son un movimiento nacional; logran crear esa impresión por un discurso envolvente y la enorme incapacidad de los medios de comunicación para contrastar sus coberturas informativas. Por ejemplo, en CDMX casi no tienen presencia, pero cuentan con Pedro Hernández, un portavoz que es entrevistado por la mayoría de los espacios periodísticos sin representación ni bases de apoyo. Se quedó solo en el Zócalo y tuvo que salir pitando porque se iba a notar que no llevaba gente.

Hace 35 años, cuando tuvieron su mejor momento, contaban con la simpatía de la población. Demandaban causas justas. Ahora, cuando tuvieron como aliado al gobierno de Morena, les concedieron interlocución sin precedentes en toda su historia, y se fueron contra la presidenta Sheinbaum. La atacaron, bloquearon las entradas a Palacio Nacional, envalentonados, la traicionaron y recurrieron a la violencia que los enemista con la sociedad.

En el ADN de la CNTE está la autofagia, el radicalismo y otras características muy particulares que exigen firmeza por parte del gobierno y aplicación del orden constitucional.

La CNTE agrupa a distintas expresiones, corrientes y grupos sindicales con distinto grado de radicalismo que disienten de la dirección nacional de su organización y que se consideran como movilizadores antisistema.

Hablamos de las dirigencias de la CNTE, no necesariamente de la base social movilizada por ellos que llega, cuando mucho, al 8 por ciento de los agremiados y que tienen distintos grados de formación ideológica. Las maestras y los maestros son sometidos a mecanismos de control para presionarlos para acudir a las movilizaciones.

No es homogénea ni por origen, geografía, historia o concepción ideológica.

En la disidencia hay elementos que son favorables a la lucha armada. La violencia contra las instalaciones de la Segob y la Torre del Bienestar, así como el incendio en la sede sindical, son prácticas violentas, recurrentes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de Guerrero (CETEG), que, al ser minoritaria en la entidad, ha encontrado en la violencia la forma de chantaje para obtener recursos en sus negociaciones.

Ahora han sido los responsables de la pésima imagen de la CNTE ante la comunidad educativa, padres, madres y estudiantes. Se dice en Guerrero que Félix Salgado Macedonio puenteó el financiamiento de sus autobuses para venir a CDMX.

La CNTE logró que padres y madres de familia, niñas, niños y adolescentes, la comunidad educativa fueran sus víctimas, por una lucha intransigente que pide tirar abajo la reforma educativa ¡de López Obrador!

La división y la desconfianza forman parte de su programación genética.

Cuando comenzó el sexenio de López Obrador la CNTE había triunfado, pero no supo verlo y desperdició las mejores condiciones: a) tenían 40 diputados (más de los que el PRI obtuvo por mayoría), casi la mitad de Chiapas y la mitad de Oaxaca, pero no pudieron acordar para presidir la Comisión de Educación; b) tenía la promesa de tirar la mal llamada reforma educativa de Peña y les cumplieron, pero ahora rechazan la de López Obrdor y quieren suprimirla; c) en el primer año de gobierno de la 4T, AMLO los había recibido diez veces, al SNTE una sola, pero traicionaron al tabasqueño, bloquearon las vías del tren de Michoacán, y rechazaron reabrir escuelas tras la pandemia luego de que fueron vacunados.

La CNTE está condenada a ser antisistema, por lo que no puede lograr conquistas definitivas para los trabajadores que cree representar porque, si lo hiciera, entraría al sistema.

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