Desde San Lázaro

Se resquebrajó la disciplina en Morena

Al observar con detenimiento el sentido de los votos de los diputados del oficialismo en el caso de Cuauhtémoc Blanco, veremos el nivel de división que prevalece en Morena.

Será por falta de liderazgo o porque los legisladores de Morena ya están hartos de los maltratos de que son objeto un día y otro también por parte de Adán Augusto López en la Cámara de Senadores, y por Ricardo Monreal en la colegisladora, y ahora con el affaire de Cuauhtémoc, pues ya se rompieron las lanzas por el agandalle machista en contra de varias mujeres del oficialismo como Gabriela Jiménez, quien es relevada como vicecoordinadora de la bancada del partido oficial en la Cámara de Diputados, precisamente por atreverse a condenar la decisión de la Sección Instructora en donde se impidió quitarle el fuero al exgobernador de Morelos acusado de violación en grado de tentativa.

Mientras que el velo protector de AMLO se mantenga sobre el exfutbolista, no habrá poder humano, ni siquiera el de la presidenta Sheinbaum, para quitarle el fuero que lo protege contra cualquier acción judicial.

La rebelión en la granja del oficialismo se mantendrá más viva que nunca y, aunque se apaciguen los ánimos después del resultado del desafuero, vendrán otros casos en donde será inevitable el rompimiento.

El peor enemigo de Morena es Morena y no por las belicosas diputadas o por las protestas de otros legisladores por los malos tratos, sino por el caudillismo que prevalece entre los principales liderazgos legislativos, quienes son el principal estorbo para que la presidenta pueda cristalizar su agenda legislativa en leyes, como es el caso de quitar el fuero a todos los servidores públicos, o evitar la reelección o, más aún, disminuir el número de plurinominales o de mayoría en el Congreso federal.

En los corrillos legislativos del oficialismo se habla de que su lideresa moral, léase Claudia Sheinbaum, tiene que meterse hasta la cocina de Morena y de los cotos de poder que han construido los llamados morenistas puros y los liderazgos parlamentarios, si no quiere que su proyecto político se resquebraje.

Dicen los diputados borregos de Morena que la causa para quitar a su correligionaria de la vicecoordinación de la bancada fue porque negoció por su cuenta con el diputado panista Federico Döring incluir en la reforma contra el nepotismo la prohibición para que hijos de expresidentes sean candidatos al mismo cargo hasta 10 años después del término del mandato, en clara alusión a Andy.

Gabriela Jiménez y su esposo, Edgar Garza, promueven con otros liderazgos regionales de Morena la creación de otro partido político que comulgue totalmente con el proyecto político de Claudia Sheinbaum.

Desde luego, la santa inquisición de Morena ya dictó sentencia contra la diputada Gabriela Jiménez para relegarla en las decisiones relevantes que tome la bancada a la que pertenece.

Si uno observa con detenimiento el sentido de los votos de los diputados del oficialismo en el caso de Cuauhtémoc Blanco, veremos el nivel de división que prevalece y si a ello le agregamos que para el próximo periodo de sesiones seguramente serán relevados de sus cargos Ricardo Monreal y Adán Augusto López, pues la bronca está cantada. Mientras ello sucede, veremos cómo la agenda legislativa del gobierno no necesariamente la dictará la presidenta de México.

En todo este desbarajuste que provocó el caso de Cuauhtémoc Blanco, ¿dónde diablos está escondida la oposición? También hay diferencias entre ellos, ya que mientras Ivonne Ortega, de Movimiento Ciudadano, impulsó con sus compañeros de partido llevar el tema del desafuero al orden del día de la sesión de ayer, cuando todo parecía que no se iba a tratar el asunto ante el pleno, en el PRI se tiró la línea de no tocar al deportista ni con el pétalo de una rosa, por el temor justificado de que, si se desafuera al exgóber de Morelos, el que sigue será, precisamente, Alejandro Moreno, dirigente nacional de ese partido.

En este juego de fuerzas políticas, Morena se empieza a resquebrajar, el PRI continúa rumbo a su extinción y el PAN con MC se mantienen vivos en el ánimo de algunos sectores de la población.

Veremos cómo procede lo que queda de Acción Nacional en los temas que marcan la agenda nacional, como los campos de exterminio que existen en diversas regiones del país o la impunidad que protege a varios gobernadores coludidos con el crimen organizado.

La asignatura pendiente de llamar a cuentas a esos narcogobernantes es la roca que trae en el zapato la presidenta ante la amenaza de Donald Trump de echarles el guante por ser considerados terroristas por su franca connivencia con el crimen organizado.

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