Desde San Lázaro

Todos tenemos ómicron

Todos tenemos o tendremos ómicron y Gatell dice que solo hay 30 mil casos diarios nuevos de COVID en el país.

Es impresionante la velocidad de contagio de la variante ómicron en el mundo y, por ende, nuestro país no se encuentra al margen de ello.

La enorme demanda de pruebas de detección de COVID y el resultado positivo en la mayoría de quienes se la hacen, es tan solo un indicador de la propagación; el otro, los ‘cuadros gripales’ que tienen la mayoría de los mexicanos y que se atienden con los remedios tradicionales.

Como se sabe, esta variante de la versión original SARS-CoV-2 no es tan peligrosa ya que afecta solo las vías respiratorias superiores; sin embargo, ante la carencia del cuadro completo de vacunación y las comorbilidades, pone en peligro la vida de un buen número de enfermos.

Este es el panorama real que contrasta con las cifras oficiales que emite la Secretaría de Salud, al reportar el sábado pasado 30 mil 671 nuevos casos en todo el territorio nacional, cuando en la realidad esa cifra correspondería tan solo a varias alcaldías de la CDMX.

La obligación de las autoridades responsables de cuidar la salud de los mexicanos es informar con veracidad lo que ocurre en torno a la pandemia; empero, entre Obrador-Alcocer y Gatell han hecho lo contrario desde que el virus llegó a México, al soslayar primero sus efectos mortales y luego al ocultar las verdaderas cifras de contagio.

Las mutaciones del virus original son múltiples y seguramente en el futuro habrá otras, más agresivas, como ya se vislumbra ahora con la nueva variante conformada por delta-ómicron.

El caso es que con la estrategia de avestruz usada por AMLO, Jorge Alcocer y Hugo López Gatell, seguramente el daño provocado por COVID y sus variantes será más grave que lo ocurrido en otras regiones del mundo, como ha sido hasta el día de hoy.

Hasta la semana pasada en México habían fallecido, según cifras oficiales, 300 mil 303 personas, aunque, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, hasta el 13 de diciembre de 2021, en México se había registrado un exceso acumulado de mortalidad de 646 mil 51 (46.3 por ciento) respecto a 2020, de las cuales 451 mil 864 fallecieron por síntomas asociadas al coronavirus.

Si al coctel molotov que tiene como ingredientes el mortal virus y la incapacidad y negligencia de las autoridades, le sumamos la lentitud en la aplicación del cuadro completo de vacunas a toda la población, incluyendo niños mayores de cinco años y el paupérrimo sistema de salud pública, el resultado es previsible: México es el tercer país en el orbe con más muertes por COVID y al paso que vamos, pronto se escalará otra posición en este ranking.

Desde el Congreso cada vez son mayores las voces que acusan al Ejecutivo federal de minimizar la crítica situación sanitaria que desató la pandemia con falsos argumentos como que “nos quieren espantar con la nueva variante”.

La vacuna con su cuadro completo, es decir, con el refuerzo, es la única estrategia que vale y aunque se tenga el dinero para comprar todo el antígeno que haga falta para completar la vacunación, López Obrador no quiere usar esos recursos porque se quedarían inconclusos el aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, además de no fondear sus programas de política social con tintes electoreros.

Vamos, hasta la revocación de mandato es mayor prioridad para AMLO que vacunar a todos los mexicanos.

El presupuesto se ha utilizado para obras innecesarias, en lugar de fortalecer la infraestructura hospitalaria, el abasto de medicamentos y por supuesto de vacunas.

La pandemia y la vacuna se utilizan con fines políticos, ya que si hubiera una real intención de cada vez se inoculen a más gente, pues se debería permitir a los gobiernos estatales y la iniciativa privada adquirir en el mercado internacional el antígeno.

Tal como lo señala la exdiputada del PRD, Verónica Juárez, la incapacidad e ineficiencia de este gobierno complicó el grave impacto de la crisis sanitaria. Haber priorizando los intereses políticos del presidente y su partido tuvo un alto costo en vidas y en la economía nacional y de las familias.

El chiste es que todos tenemos o tendremos ómicron y Gatell dice que solo hay 30 mil casos diarios nuevos de COVID en el país.

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