Alejandra Marcos

Una preocupación más

Ha emergido en el mercado una preocupación sobre el marco de actuación de los principales bancos centrales del mundo.

En el marco de la conmemoración de los 100 años de Banxico, y en medio de las constantes presiones por parte de Trump hacia la Reserva Federal por recortar las tasas de interés, ha emergido en el mercado una preocupación sobre el marco de actuación de los principales bancos centrales del mundo.

En México y en Estados Unidos, la inflación no ha logrado converger a la meta. Mientras que en nuestro país, de acuerdo con la última lectura de inflación se ubicó en 3.5 por ciento, la caída en la tasa observada es producto de un efecto aritmético ante una base comparable elevada así como por el menor aumento de precios no subyacentes. Las estimaciones para finales del 2025 se encuentran en el límite superior de variabilidad del organismo. Aun así, diversos agentes de mercado se debaten sobre el nivel de tasa terminal que habremos de alcanzar este año señalando que Banxico podría recortar otras tres veces más para alcanzar el 7 por ciento. De implementarlo, la tasa de política monetaria estaría en el rango de neutralidad de acuerdo con Banxico, con el riesgo inherente de no lograr el tres por ciento, que es su objetivo.

En el caso de Estados Unidos, la inflación se ubicó en 2.6 por ciento en la última lectura. Sin embargo, el índice subyacente, que excluye energéticos y alimentos, repuntó a 2.9 por ciento, acumulando cuatro meses consecutivos de incrementos. Sin embargo, derivado de las últimas cifras de empleo que han sido débiles, así como por el discurso más reciente de J. Powell, las tasas implícitas del mercado de futuros descuentan que tan pronto como este mes se llevarán a cabo recortes. Ello, a pesar de no tener claridad del dinamismo de la economía estadounidense, considerando que al segundo trimestre del año el PIB se ubicó en 3.3 por ciento anual.

Se ha tornado un tema recurrente para México evaluar la conveniencia de modificar el mandato único de Banco de México que es procurar la estabilidad de precios, hacia uno que también trate —como lo hace la Fed— de estimular la economía. No solo estoy plenamente en desacuerdo, pues el crecimiento económico depende de factores reales como la productividad, la fuerza de trabajo y el capital físico, con una inflación baja y sostenida que propicia el desarrollo de estos factores. Sino que, dados los bajos niveles de penetración del crédito, el canal de transmisión de la política monetaria es endeble y la coyuntura local e internacional, hacen poco por atraer la inversión y detonar una mayor actividad económica.

Así que los argumentos de lograr la meta de inflación con un menor sacrificio de PIB en el corto plazo, ponen en riesgo lograr un mayor y sostenible bienestar para la población. Dados los niveles elevados de las tasas de interés en los plazos más largos, algunos analistas sugieren la conveniencia de bajar la tasa de referencia, lo cual podría ser contraproducente para el gobierno. Si esta reducción aumentara las expectativas de inflación, el costo financiero para el gobierno sería mayor.

En el caso de Estados Unidos, el amplio diferencial de tasas de interés entre los plazos de uno, cinco, diez y treinta años reflejan ciertas preocupaciones del mercado en torno a los elevados niveles de déficits fiscales. Al tiempo que la inflación se encuentra aún lejos del objetivo de la Reserva Federal, la nueva integración de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto y su inclinación a bajar las tasas de interés ha puesto sobre la mesa el debate. La verdadera presión por parte de Trump hacia la Fed es lograr que el costo financiero sea mas bajo y así ayudar con los niveles de déficit tan elevados en ese país. La economía americana presenta una paradoja, pues mientras las tasas de interés se mantienen elevadas para los nodos más largos, el dólar continúa perdiendo terreno.

En ambos casos, la prioridad de las decisiones de política monetaria es lograr la meta de inflación. La prueba de la credibilidad de los bancos centrales no solo será producto de lograr su objetivo, sino también navegar el complejo entorno de presiones fiscales y políticas sin comprometer su independencia.

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