Mis Finanzas y Coaching

Jóvenes endeudados, viejos agotados

Muchos abuelos han pasado a ser salvavidas financieros para jóvenes que todavía intentan afianzar su sitio en la vida económica.

La escena resulta familiar: padres que superan los sesenta años sustentan la nómina ampliada de sus hijos. Cubren colegiaturas de nietos, adelantan el enganche de un departamento o completan los ingresos. Así, muchos abuelos han pasado a ser salvavidas financieros para jóvenes que todavía intentan afianzar su sitio en la vida económica.

En México, el 46 por ciento de los adultos entre 20 y 29 años continúa bajo el mismo techo que sus progenitores; en Italia, España y Grecia la proporción ronda el 80 por ciento. Tras la pandemia, Estados Unidos alcanzó un récord: 52 por ciento de los jóvenes de 18 a 29 años regresó “de rebote” al hogar. Más revelador aún, 27 por ciento de los norteamericanos mayores de 23 años recibe transferencias monetarias periódicas de sus padres y casi la mitad los ha involucrado para cubrir renta o anticipo de vivienda.

¿Qué origina esta prolongada dependencia? El primer factor es la precariedad laboral. Salarios que avanzan con lentitud y contratos temporales que limitan la capacidad de ahorro. En América Latina, seis de cada diez jóvenes ocupados, trabajan en la informalidad, sin prestaciones ni trayectoria profesional definida.

La vivienda representa el segundo desafío. Alquileres y precios de venta han escalado muy por encima de los ingresos. En la Ciudad de México, rentar un departamento llega a absorber el 50 por ciento del salario promedio de un profesionista. Por su parte, comprar uno, exige enganches que duplican lo que un recién graduado reuniría tras varios años de esfuerzo. Este desajuste desanima la emancipación y normaliza el retorno al nido.

La deuda es el tercer elemento, al crecer en un entorno consumista y con tasas elevadas de tarjetas de crédito; cuando el pago mínimo domina el presupuesto, los gastos cotidianos resienten un círculo vicioso.

Este panorama invita a dos reflexiones. Primero, la generación joven enfrenta un camino más pedregoso que sus predecesores, pues las barreras de entrada a vivienda y empleo estable retrasan decisiones vitales como formar pareja, tener hijos o construir patrimonio. Segundo, cada año adicional de apoyo implica que los padres pospongan un retiro digno; sus años productivos se extienden para fondear necesidades ajenas.

Por eso, tanto quienes inician carrera como quienes planean jubilarse requieren finanzas ordenadas y bien estructuradas.

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Alberto Tovar

Alberto Tovar

Economista, especializado en negocios y finanzas personales; certificado como coach de vida y equipos. Actualmente es el Director Regional de la Zona Norte de El Financiero. Ofrece conferencias, consultoría y coaching a organizaciones diversas.

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