Ante la incertidumbre de los mercados y la sombra de una recesión global y en particular en México, hay muchos que buscan un lugar seguro para su dinero y obtener una ganancia que les proteja de la inflación y genere rendimientos.
Es importante destacar que los Cetes a 28 días siguen siendo el instrumento de referencia porque tiene un riesgo casi nulo, al estar avalados por el Gobierno federal y tener capacidad de pago, aunque no tenga ningún tipo de seguro institucional.
En este sentido, como lo había adelantado en este espacio, las tasas de interés se han venido ajustando a la baja y de los niveles por arriba de 11 por ciento que prevalecieron a mediados del 2023, ahora ya se encuentran ligeramente por encima del 8 por ciento.
Es así porque la inflación también ha llegado al objetivo del banco central de entre 3 y 4 por ciento, situándose en abril en 3.93 por ciento. Con ello, se empieza a levantar la política restrictiva y antes de que termine el año podríamos ver niveles de réditos menores; esto, mientras continúe un avance moderado en el crecimiento de los precios.
Recordemos que cuando la inflación logra abatirse, las tasas de interés de las inversiones tienden a ser cada vez más bajas e incluso podrían llegar a ser negativas.
Lo anterior dificulta tomar decisiones para proteger el dinero del incremento de los precios y da pie para que aparezcan opciones, como empiezan a surgir en el mercado, de alternativas de inversión con montos de tasas excesivamente altas y fuera de toda proporción.
El problema es que, aunque el instrumento sea legal, lo más probable es que no sea un documento bancario y por tanto carezca de la protección de los 400 mil UDIS del IPAB (cerca de 3 millones 390 mil pesos).
De hecho, una forma de corroborarlo es preguntando si tiene algún seguro y es posible que manejen una cobertura de sólo 25 mil UDIs (poco más de 200 mil pesos), porque el mecanismo está gestionado a través de sociedades financieras no bancarias.
Los instrumentos tradicionales estarán ofreciendo tasas por debajo de Cetes, y con todo y el seguro del IPAB son poco atractivos, pero tengamos cuidado de caer en alternativas con un riesgo mayor al que uno quiere aceptar. Por ello, es fundamental investigar bien en dónde se deposita el recurso y saber qué se está adquiriendo.
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