Miguel Moreno Tripp

Miguel Moreno Tripp: Capital Privado

De acuerdo con el CFA Institute, “Las definiciones de capital privado difieren, pero sería toda clase de inversiones de capital que no coticen en alguna bolsa”. Hay diferentes clasificaciones de acuerdo con la etapa de la empresa:

Capital de riesgo. Para la etapa inicial está el financiamiento para desarrollo de nuevas ideas de negocios, prototipos o estudios de mercado. En la puesta en marcha es para empresas de reciente creación con planes de negocio y mercadotecnia articulados. En expansión: para empresas que ya venden e incluso alcanzaron el punto de equilibrio.

El financiamiento puede servir para expandir la capacidad de producción, el desarrollo de productos o capital de trabajo. Existe el Capital de reemplazo y es para comprar la participación de otros inversionistas de capital de riesgo existentes o para reducir deuda.

Hay financiamiento para comprar empresas, como capital para adquisición: deuda, capital o cuasi-capital. Un sub-tipo es para los directivos de la empresa para adquirirla ya en su totalidad, alguna línea de producto o una división. Hay situaciones que requieren financiamiento especializado como deuda mezzanine, que es deuda subordinada con un incentivo de capital (warrants, capital, etc.). Inclusive hay para empresas en dificultades que necesitan reestructuración. Inclusive para oportunidades únicas, por cambios en la industria o nuevas regulaciones gubernamentales.

Con información de Datasite, en su artículo ¿Qué se está perdiendo el private-equity? Nos dice que “A pesar de las turbulencias del mercado, la actividad general de Fusiones y Adquisiciones se mantiene firme, especialmente en el middle-market, excepto si se trata de capital privado.

Con una caída del 40% en los volúmenes año a año, los inversionistas de private-equity se mantienen a la defensiva. Con un mercado más amplio mostrando un optimismo moderado, ¿cómo pueden los inversionistas de capital privado superar sus dudas?

Atrapadas entre la incertidumbre y el ajetreo de los aranceles, las salidas respaldadas por private-equity se han vuelto escasas, justo cuando el middle-market está experimentando una recuperación (con cierres de operaciones con un alza de 27% anual). Pero con el capital ahora más barato y los inicios de operaciones un 8% más altos en comparación con el año anterior, los inversionistas pronto podrían verse tentados a invertir”.

El informe muestra la actividad por sectores: las transacciones están en las operaciones inmobiliarias con un incremento del 35%; la industria TMT (Tecnonlogía, Media y Telecomunicaciones) con incremento del 23%; Consumo, incremento del 17%; Salud, con incremento del 9%; Industriales, solo con un incremento del 3% y con una reducción del 11%, el tema energético.

¿A qué se atribuye esto? “Aparentemente a una combinación de incertidumbre, competencia y desconexión entre compradores y vendedores respecto de las valuaciones. Dados los horizontes temporales del capital privado y su dependencia de los mercados de deuda, las condiciones del mercado pesan mucho en las decisiones de inversión.

La incertidumbre está frenando los tiempos de las operaciones y, en algunos casos, cerrando las operaciones por completo. Los vientos en contra del mercado, incluidos los aranceles, las preocupaciones por la inflación y la escasez de salidas (bolsa) respaldadas por el capital privado en los últimos dos años, están impulsando la indecisión y la parálisis …”

Este análisis se centra en el mercado americano. Desafortunadamente, en México nos hace falta cambio de mentalidad para fomentar las operaciones de fusiones y adquisiciones.

Ps 1. ¿Como era? ¿Qué el nuevo aeropuerto se iba a inundar y que mejor fuera una laguna? ¡Ah que las (costosísimas) ocurrencias!

Ps 2. No hay duda: por supuesto que se redujo la pobreza y la desigualdad. Ya se logró con creces para la 4t. Solo faltan los mexicanos.

COLUMNAS ANTERIORES

Miguel Moreno Tripp: El (ex) escándalo LIBOR
Miguel Moreno Tripp: El acuerdo entre el Departamento del Tesoro y la Reserva Federal

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.