Los efectivos de la Marina mexicana apenas habían incautado los fusiles de francotirador del calibre .50 y el lanzagranadas cargado tras atrapar al narcotraficante más conocido del mundo cuando empezaron a llegar las peticiones: Extraditen a Joaquín 'El Chapo' Guzmán a Estados Unidos. Y pronto.
Las autoridades nacionales evitaron pronunciarse sobre la extradición tras la captura de Guzmán en la madrugada del viernes, pero aunque decidan trasladarlo a Estados Unidos, el proceso no sería rápido. Por el momento, lo han enviado de vuelta a El Altiplano, la prisión de máxima seguridad de la que se fugó en julio.
Guzmán fue presentado ante la prensa el viernes por la noche vestido con ropa deportiva azul oscuro. Mientras era conducido a un helicóptero por marinos, estos pararon la marcha a medio camino y giraron su inexpresiva cara hacia los periodistas para que pudieran tener una imagen clara.
Las peticiones para una rápida extradición son las mismas que en febrero de 2014, tras la anterior captura de Guzmán, que enfrenta cargos por tráfico de drogas en varios estados estadounidenses. .
El pasado 11 de julio Guzmán volvió a fugarse, ante las narices de los guardas y funcionarios de la cárcel más segura del país, empleado un túnel que sirvió como ejemplo de lo enraizada que está la corrupción, además de avergonzar profundamente al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
En el anuncio de la última captura del narcotraficante, los funcionarios fueron más discretos que hace dos años, aunque hicieron hincapié en que las labores de inteligencia e investigación corrieron a cargo de las fuerzas mexicanas en su totalidad. No hicieron mención a una posible extradición.
"Tienen que extraditarlo", dijo Alejandro Hope, un analista de seguridad en México. "Es casi un movimiento obligado".
Marco Rubio, senador y precandidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, se hizo eco de este sentimiento al pedir la entrega inmediata de Guzmán a las autoridades estadounidenses. "Teniendo en cuenta que 'El Chapo' ya se ha escapado de cárceles mexicanas en dos ocasiones, esta tercera oportunidad de llevarlo ante la justicia no puede desperdiciarse", apuntó.
Peña Nieto anunció la captura en Twitter diciendo: "Misión cumplida: lo tenemos".
Guzmán que pasó de ser hijo de un campesino humilde al mayor narcotraficante del mundo, fue detenido tras un tiroteo entre sus hombres y personal de la Marina en una vivienda en Los Mochis Sinaloa.
"Se podía oír una intensa balacera y un helicóptero; fue feroz", dijo una vecina, y agregó que la batalla se alargó durante tres horas desde la 4 de la madrugada. Se negó a ser identificada por temores sobre su propia seguridad.
En la vivienda de Los Mochis, los marinos se incautaron de dos vehículos blindados, ocho rifles, una pistola y un lanzagranadas propulsado por cohetes, dijo el cuerpo en un comunicado.
Lo que ocurra ahora es crucial para Guzmán, cuyo cártel gestiona envíos de varias toneladas de cocaína, marihuana y fabrica y transporta metanfetaminas y heroína, sobre todo a Estados Unidos.
Estados Unidos presentó una solicitud de extradición de Guzmán el 25 de junio pasado, antes de su fuga anterior. En septiembre, un juez estadounidense emitió una segunda orden de captura donde lo acusa de crimen organizado, tráfico de drogas, lavado de dinero y homicidios, entre otros cargos. Pero los abogados del capo ya presentaron apelaciones y recibieron requerimientos que podrían demorar el traslado durante meses o incluso años.
"La detención es un logro importante en nuestra lucha compartida contra la delincuencia, la violencia y el tráfico de drogas transnacional", dijo la agencia antidrogas estadounidense DEA en un comunicado.
Después de su primera captura en Guatemala en 1993, Guzmán fue sentenciado a 20 años de cárcel. En 2001 se escapó de una prisión de máxima seguridad, supuestamente en un carrito de lavandería, aunque algunos expertos dudan de esta versión y creen que huyó por la puerta principal vestido de policía.
Su segunda fuga fue mucho más elaborada. 'El Chapo' se escapó de la prisión del Altiplano por un túnel de kilómetro y medio de largo, con electricidad, ventilación y hasta una motoneta que se movía sobre rieles, que conectaba la ducha que tenía en su celda con el exterior. Dada la envergadura de la obra, se presume que contó con la complicidad de funcionarios de la cárcel donde volvió a dormir la noche del viernes.