CIUDAD DE MÉXICO: El senador Miguel Barbosa aseguró que el interés de la Iglesia católica en el tema de las movilizaciones por los matrimonios igualitarios tiene que ver con la búsqueda "de los nuevos cristeros" por retomar espacios perdidos.
Durante el Foro Estado Laico, realizado en Casa Lamm, el senador perredista informó que el martes presento en el Senado una iniciativa para modificar el artículo 4 Constitucional, similar a la presentada por el presidente Enrique Peña Nieto, a la Cámara de Diputados.
"Hicimos eso para contribuir a articular un debate, no solamente por la iglesia y el poder civil", señaló ante las declaraciones de la Iglesia católica en contra de la propuesta del Ejecutivo de permitir los matrimonios entre personas del mismo sexo.
El legislador aseguró que el tema se ha convertido en un pretexto para que la iglesia retome un poder que tuvo en administraciones pasadas.
El especialista en religiones, Bernardo Barranco agregó que las asociaciones ligadas a la iglesia quieren radicalizar los principios religiosos para que se conviertan en normas jurídicas, "desconocen lo que es el andamiaje jurídico, y lo que pugnan es que el Vaticano inspire esa perspectiva".
Por esa razón surgen movimientos como el Frente Nacional por la Familia, que con sus discurso radical incita a la homofobia.
El especialista destacó que en los últimos diez años se han registrados mil 500 asesinatos por discursos de odio "pero hay muchos que han sido asesinados por odio homofóbico que no están registrados, es un tema serio, no sólo es un debate cultural o de diversidad. El discurso de odio de líderes religiosos sobre la condición homosexual tiene que ser tomado muy en serio".
En su momento, el académico del Colegio de México, Roberto Blancarte explicó que el problema no es que los líderes religiosos opinen sobre cualquier tema que tenga que ver con el Estado, sino que "nuestros políticos les dan un peso a los dirigentes religiosos que no tienen. Ese es el verdadero problema".
Destacó que son los políticos los que le dan poder a los dirigentes religiosos dándoles un peso y una representatividad política que no tienen.
"Yo creo que si nos concentráramos en eso entenderíamos muy bien que todo mundo puede opinar, pero no puede tener un peso y una representación política porque son dirigentes religiosos, no son dirigentes políticos", comentó Blancarte.
Por su parte, el jurista Diego Valadés hizo un llamado a emprender acciones colectivas como interponer amparos en contra de la Iglesia Católica por los discursos de odio que difunde.
El extitular de la PGR afirmó que la jerarquía católica promueve un discurso homofóbico, lo que representa una violación a los derechos humanos. Por ello invita a utilizar los recursos jurídicos contra ese tipo afectaciones a las garantías individuales.