Autoridades federales mexicanas detuvieron el jueves al empresario Fernando Cano Martínez buscado en Estados Unidos por lavado de dinero, aunque horas después lo dejaron en libertad.
El gobierno de Nuevo León, donde fue arrestado, indicó por la noche en un comunicado que Cano fue liberado porque la Procuraduría General de la República (PGR) les informó que aunque existía una ficha roja de Interpol para localizarlo, no había una orden de captura con fines de extradición.
En noviembre de 2016, fiscales federales de Estados Unidos en Texas dijeron a un juez que querían la extradición de Cano, pero no está claro si se culminó el trámite necesario para que esa extradición fuera efectiva.
La oficina del fiscal que lleva el caso en Texas declinó hacer comentarios.
De acuerdo con una nota interna de autoridades federales mexicanas, Cano "no contaba con una orden de detención provisional o formal de detención con fines de extradición emitida por autoridad judicial competente" en México. La nota no aclara es si Estados Unidos había completado o no previamente todo el trámite para solicitar la extradición.
Las autoridades estadounidenses consideran que Cano ayudó al exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, a lavar millones de dólares procedentes del Cártel del Golfo. Yarrington se encuentra actualmente en paradero desconocido y también es prófugo de la justicia de Estados Unidos.
La PGR ofreció en noviembre una recompensa para quien aporte información que ayude a detenerle y le acusa de delitos contra la salud, es decir, vinculados al tráfico de drogas.