MORELIA.- El gobierno de Silvano Aureoles Conejo pasó la prueba del Examen Nacional de Conocimientos, Habilidades y Competencias Docentes al lograr la participación de más de 2 mil 500 profesores que realizaron la evaluación en orden y calma.
En contraparte, este proceso parece haber provocado una escisión entre los dirigentes de la Sección XVIII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y un sector de sus propios agremiados que apostaban por radicalizar sus propuestas.
Después de intentos fallidos de aplicar este examen en años anteriores, Michoacán pudo concretar este domingo la aplicación de la evaluación docente. Para sacar adelante este proceso, las autoridades educativas tuvieron el apoyo de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Policía Federal , que desplegaron en la entidad un completo operativo de seguridad que contempló desde el traslado de los profesores hasta la vigilancia en la sede donde fueron evaluados.
Observadores de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) dieron seguimiento a la aplicación del examen en el Centro de Convenciones de Morelia, donde el proceso se realizó en absoluta calma.
En su jornada de protestas contra la evaluación, que se redujo a un plantón frente a Palacio de Gobierno y una marcha este domingo, los ánimos de confrontación de la CNTE estallaron al interior de sus propias filas; un ala radical de los maestros reprochó a sus líderes que la sede de aplicación del examen no haya sido un objetivo de su plan de acción, y estuvieron a la orden del día las acusaciones de que vendieron el movimiento.
Este domingo, la atención estaba puesta sobre Michoacán por ser un bastión de la CNTE, incluso llegaron a la entidad observadores de otros estados que en fechas próximas también aplicarán la evaluación docente.
En vista de los resultados, lo ocurrido en Michoacán puede ser ejemplo de lo que otras entidades deben hacer para sacar adelante su proceso evaluatorio.