CIUDAD DE MÉXICO.- El Partido de la Revolución Democrática (PRD) definió ayer 155 candidaturas de diputados federales de mayoría relativa y los principales lugares de los de representación proporcional, en una maratónica sesión en la que las diferencias aplazaron para el 22 de febrero el resto de las nominaciones, además de que no hubo acuerdo sobre las candidaturas de Marcelo Ebrard, Antonio Attolini y René Bejarano.
A pesar de que el dirigente del PRD, Carlos Navarrete, aseguró que en la elección no hubo palomeo, en los primeros lugares de las listas de las circunscripciones quedaron los dirigentes Guadalupe Acosta Naranjo, Candelario Pérez Alvarado, Jesús Zambrano y Omar Ortega Álvarez, así como el expriista Agustín Basave.
La polémica se desató cuando Navarrete dio lectura de los primeros lugares de las listas y llegó a la reñida cuarta circunscripción, que incluye el Distrito Federal, la cual quedó así: 1.- José de Jesús Zambrano; 2.- Cristina Gaytán; 3.- Luis Maldonado Venegas, secretario de Gobierno de Puebla, que provocó las protestas de la corriente Alternativa Democrática Nacional y su salida del Consejo.
El exdelegado de Iztapalapa, Jesús Valencia, quien es investigado por estrellar un vehículo "prestado" de una empresa constructora a la que le asignó contratos, logró el séptimo lugar la cuarta circunscripción. A manera de justificación repetía a la prensa que no había cometido ningún delito, sino un error que le ha costado mucho en lo político y ofreció: "seré más responsable de lo que haga".
Fue una plenaria en la que la dirigencia perredista minimizó la posible salida de Ebrard. Navarrete expresó que ninguna expresión lo propuso formalmente, e insistió en que la elección fue democrática porque "nadie designa unilateralmente ni hace tómbolas", en clara alusión a Morena. Posición a la que se sumó el exdirigente Jesús Ortega, quien cuestionó el condicionamiento de la permanencia al partido por una candidatura.
Ebrard, quien es investigado por la Línea 12 envió al Consejo perredista una carta en la que ofreció "claridad y acción resuelta", y expresó que buscaba la candidatura "no para escudarme en un fuero político, que no necesito y ya no existe", sino para "construir una agenda propia, en donde la gente sea centro de las políticas y acciones de gobierno y reconstruir a la izquierda, hoy fragmentada".
Al final sólo obtuvo el respaldo verbal de Izquierda Democrática Nacional, cuando Bejarano pidió hacer un esfuerzo para que no se salga Ebrard del partido y cuestionó las cifras alegres de Navarrete que sitúan al PRD en 15 por ciento de la preferencia del electorado.
El Consejo Nacional fue resumido por Navarrete como un colectivo reunido para proponer una lista de candidatos "donde 30 hoy se van a hacer fiesta y 100 están de luto, por lo menos".
En tanto, Attolini, exvocero del movimiento #Yosoy 132, caminaba solo luego de una noche afuera del Consejo esperando una nominación que no llegó.