CIUDAD DE MÉXICO.- La voz más repetitiva de la militancia priista rumbo a la Asamblea del sábado, es la democratización de las decisiones y que haya procesos democráticos y participativos al interior del partido, y en eso no podemos poner oídos sordos, afirmó la expresidenta nacional del PRI, Cristina Díaz.
Alertó sobre la necesidad de cuidar el proceso de selección de candidatos para 2018, ante "el riesgo de un efecto dominó que puede ser la suma o la resta en una elección donde nos estamos jugando todo".
En entrevista con El Financiero, aseguró que un tema fundamental de la Asamblea priista está en cómo recuperar la confianza ciudadana.
"Hoy el tema se ha centrado en la elección presidencial, pero esto puede ser un efecto dominó que puede ser la suma de todos o puede ser la resta; entonces por eso el partido tendrá que cuidar muy bien el procedimiento para la elección en cada uno de sus representantes populares, desde el Presidente hasta el ayuntamiento, porque nos estamos jugando todo", apuntó.
Señaló que por ello, "esta Asamblea tendrá que mostrar la sensibilidad social para podernos adaptar a las exigencias, a las demandas que tiene la sociedad, porque hoy los partidos parecieran que estamos distantes o más bien así nos perciben los ciudadanos, distantes de sus causas; y ese es el reto, establecer un programa de acción, una visión de futuro que nos permita transitar hacia estas demandas y adecuarnos precisamente a lo que la sociedad exige, recuperar su confianza y los votos perdidos".
Díaz dijo también que las voces que se han expresado en las mesas municipales y estatales rumbo a la XXII Asamblea, "es que el PRI se siga conservando como un partido importante, mayoritario en el escenario político, y que por supuesto sigamos ganando elecciones, que conservemos el poder ganando la Presidencia de la República, pero a través de un proyecto de nación".
Comentó que otro tema "bastante sensible y a la vez de irritación", es el de la corrupción. Afirmó que hay una propuesta en la mesa de Ética y Rendición de Cuentas para cuidar que los candidatos lleguen con solvencia moral y no con señalamientos que perjudiquen al partido.
