El aumento propuesto al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas azucaradas provocó la reacción inmediata de la industria refresquera y empresas como Coca-Cola ya anunciaron sus primeras medidas.
Este jueves, Roberto Campa Cifrián, director de Asuntos Corporativos de FEMSA, informó que Coca Cola reducirá en un 30 por ciento las calorías de sus bebidas, con el objetivo de que al menos el 70 por ciento de sus productos producidos en México cumplan esta meta en un año.
Coca-Cola agregó que también impulsará “acciones comerciales” para “la migración” del consumo de refrescos con calorías a refrescos sin calorías (“light” o “zero”) y que estos tengan un precio más bajo para incentivar su consumo.
“Nos comprometemos a trabajar con nuestros distribuidores, canales comerciales y con las autoridades para que la diferenciación de cuotas entre bebidas con calorías y sin calorías beneficie al consumidor. Nuestro objetivo es claro: Que las bebidas sin calorías tengan un precio menor que las equivalentes con calorías”, comentó en conferencia de prensa en la Cámara de Diputados.
En las negociaciones con el gobierno, los refrescos “light” o “zero” lograron un trato especial: el impuesto para esas bebidas se fijará en 1.50 pesos por litro, una cifra menor en comparación con el gravamen de 1.64 a 3.08 pesos por litro que se propone para las bebidas azucaradas.
¿Light o normal? Estos son los precios de las bebidas con y sin azúcar de Coca-Cola
De acuerdo con la lista de precios sugeridos por Coca-Cola para “tienditas” (marzo de 2025), la Coca sin azúcar de 300 mililitros tiene un costo de 12 pesos, mientras que el envase de 600 se eleva a 15 pesos.
En su presentación más grande (de 3 litros), la Coca Cola sin azúcar tiene un costo de 42 pesos, es decir tres pesos más que la Coca Cola regular de 3 litros retornable y un peso más que la Coca Cola light de 2 litros.
Por otro lado, mientras la Coca Cola regular de 1.75 litros tiene un precio de de 36 pesos, la Coca Cola light que contiene solo un litro tiene un costo de 32 pesos.

Lo anterior demuestra que las versiones “light” o sin azúcar, aunque se promocionan como opciones “más saludables”, suelen presentarse en formatos más pequeños y, proporcionalmente, resultan más caras que las versiones regulares.
Sin embargo, estos precios podrían cambiar en los próximos meses, una vez que se aplique el nuevo impuesto a las bebidas azucaradas (que podría aumentar a un 87 por ciento), una propuesta que aún está en debate en el Congreso.
“Sí habrá un impuesto a los refrescos mayor al que había antes, habrá un impuesto también a los edulcorantes no calóricos, pero será menor que el de los productos con azúcar”, confirmó el subsecretario de Salud, Eduardo Clark, en conferencia de prensa en la Cámara de Diputados.
La propuesta de los refresqueros para moderar el alza del IEPS
Los refresqueros presentaron al gobierno un plan para mitigar el impacto del alza del IEPS incluida en el Paquete Económico 2026.
Su propuesta incluye avanzar con una reducción progresiva del azúcar en bebidas en el corto plazo, comprometerse con metas de salud pública y negociar diferencias de tasa impositiva entre bebidas con y sin azúcar.
Los empresarios de la industria refresquera advierten que la medida podría afectar gravemente a pequeños comercios, los cuales dependen de la venta de refrescos.
Según la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), estos negocios podrían perder hasta 15 por ciento de sus ingresos.







