La Ley de Amparo sorprende cuando se está estrenando un Poder Judicial emanado de la reforma del oficialismo, y sí debilita la figura, externó Javier Laynez, ministro en retiro, al participar en La Silla Roja de El Financiero TV.
“A mí me extrañó mucho, si están estrenando Poder Judicial, una reforma que pone en el centro a la autoridad. No es una reforma garantista, pretende facilitarle a la autoridad, o meterle piedritas en el zapato al ciudadano.
“Sí, hay puntos delicados. Está el interés legítimo, ¿por qué no estaba escrita la definición? Porque son conceptos difíciles de determinar, por eso se resuelven por jurisprudencia, caso por caso”.
Como ejemplo, resaltó que una persona tendría que estar demostrando prácticamente peces muertos en un lago para que consiga un amparo sobre protección ambiental.
Aseguró que la reforma agrega el interés público, término que resulta “resbaloso”, pues el juez tiene que ponderar sus resoluciones sobre éste. “Muchas veces nos acusaron de ir en contra del interés público”.
Aunque consideró que aún es “pronto” para dar una opinión sobre el nuevo pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), comentó que se perfila que no actuará de oficio si no hay consultas a personas con discapacidad o comunidades indígenas.
Compartió que en sus últimos años en la SCJN el expresidente López Obrador los colocó como parte de la oposición, cuando “nosotros no jugamos en ese terreno”.
Consideró que fue un sexenio en el que se desgastó a la Corte, pues todas las leyes se impugnaban, al no existir negociación política y ser producto de una aplanadora legislativa que acataba la orden de ‘no le muevan ni una coma’ del Ejecutivo.
Además, al haber ministros con abiertas simpatías en el gobierno, se complicaba el trabajo. “Difícil mantener una armonía mínima entre nosotros porque esa situación se fue complicando”, señaló.
Aunque refirió que Arturo Zaldívar, actual coordinador de Política y Gobierno de la Presidencia y expresidente de la Corte, prácticamente estaba, en automático, de acuerdo con todas las iniciativas enviadas por el expresidente, no pedía apoyo de votos, aclaró: “A mí nunca me pasó”.