Miguel Ángel Urrutia Lozano, secretario de Seguridad de Morelos, confirmó que Gerardo Fernández Noroña no sufrió ningún robo, sino el delito fue cometido en el domicilio de su vecina Gisela María, quien le habría vendido la casa de 12 millones de pesos al senador en Tepoztlán.
“Son dos domicilios contiguos y entraron al domicilio de la señora Gisela, quien ya presentó ayer denuncia. Ya existe una carpeta de investigación por el delito de robo a casa habitación sin violencia”, expresó el funcionario de Morelos.
Urrutia Lozano explicó que la víctima estaba al interior de su domicilio, en la planta alta, cuando ingresaron los ladrones a su casa en Tepoztlán. “Había una lluvia muy fuerte. Ella estaba, pero por fortuna no escuchó algún ruido, cuando abrieron la ventana”.
Sin embargo, el secretario relató que cuando Gisela María bajó a la cocina se percató de todo el desorden que había en la parte baja. “Ahí ella ya refiere el robo en primera instancia de las chamarras que no tienen un valor significativo”.
Ante esto, la mujer aclaró que los responsables no buscaban objetos de valor, sino documentos o alguna información:
“Ella menciona de poco valor, la computadora que estaba en la parte baja. Sin embargo, en sus primeras declaraciones, indica que probablemente buscaban alguna información, alguna documentación al interior de su domicilio”, refirió.
¿Qué dijo Fernández Noroña sobre el robo a la casa de su vecina en Tepoztlán?
El senador Gerardo Fernández Noroña, quien ha sido objeto de críticas por su lujosa propiedad de 12 millones de pesos en Tepoztlán, dejó en claro que el robo no ocurrió en su casa, sino en la vivienda de la mujer que le vendió la propiedad.
El martes pasado por la noche se reportó un robo en la casa de Gisela María, la mujer que vendió su casa a Noroña. Los intrusos se llevaron cuatro chamarras, un salami, un queso y una computadora, según informes de la policía.
Este incidente ha sido descrito por Noroña como un “grave y extrañísimo hecho”, sugiriendo que el robo podría tener motivaciones políticas detrás de él.
Tras el robo, Noroña se mostró tranquilo, aunque indignado por la invasión a la privacidad de su vecina. Afirmó que no pedirá más seguridad, sino que reforzará la vigilancia de su propiedad con cámaras. También mencionó que la camioneta que rondaba su casa antes del robo tenía placas no registradas, lo que añade un aire de misterio al caso.