Responsable de la comisión del delito de abuso sexual de dos menores, quienes eran dos hermanas adoptadas y como prófugo de la justicia, por fin fue detenido en México el empresario Christiaan Robert Goslinga Kryen, informó la Interpol.
En un hecho que causo beneplácito entre organizaciones de la sociedad civil que van en contra del abuso sexual infantil y que defienden el interés superior de la niñez como Dales Voz, este sujeto de 72 años estuvo prófugo como acusado de ultrajar a dos hermanitas adoptadas por su familia en una vivienda del barrio Patagonia.
Antes, su esposa, identificada solo con las iniciales M.A.L, ya había sido condenada en 2024 a cumplir 10 años de prisión como partícipe en estos delitos, que incluyeron golpizas a las niñas con diversos objetos, causando lesiones graves.
En ese sentido, organizaciones defensoras de los derechos de los niños celebraron la detención del empresario y señalaron la importancia de llevar ante la justicia a quienes cometen abusos tan atroces en contra de menores de edad.
“La colaboración de la Interpol fue crucial en la lucha por la protección de los menores y la erradicación de la impunidad en casos de abuso sexual”, indicó Dales Voz.
Conforme al caso, los delitos de abuso sexual en agravio de las niñas fueron cometido entre 2018 y 2022, según la investigación encabezada por el fiscal Diego Torres, quien reveló que la mujer de Goslinga Kryen, ya detenida, omitió denunciar este tipo de abusos.
Respecto al proceso judicial se confirmó que el empresario de origen holandés, pero residente en la alcaldía Benito Juárez en la Ciudad de México, ya inició el trámite de extradición para que enfrente juicio en su país de origen.
En los hechos, según la carpeta de investigación, el empresario Goslinga Kryen es también responsable, en complicidad con su esposa, de abuso sexual gravemente ultrajante, triplemente agravado y reiterado.
En la indagatoria respectiva, a cargo del fiscal Diego Torres, la mujer colaboró para que su pareja abusara a través de tocamientos y otras prácticas abusivas a las que sometía a dos hermanitas que habían adoptado como pareja.
Mientras organizaciones de la sociedad civil reiteraron su compromiso de seguir trabajando para garantizar la protección de los derechos de los niños y la justicia para las víctimas de abuso.
