El Buque Escuela Cuauhtémoc de la Marina Armada de México chocó la noche del sábado 17 de mayo, contra el puente de Brooklyn, Nueva York, con un saldo de dos muertos y 22 heridos.
Respecto a los heridos, la Secretaría de Marina detalló que 19 de los tripulantes reciben atención médica en hospitales locales, y tres de ellos presentan heridas de consideración.
El velero formaba parte de la formación de cadetes de la Secretaría de Marina y la Heroica Escuela Naval Militar y en él se realizaban seminarios y prácticas de navegación.
¿Cómo era el Buque Cuauhtémoc?
El Cuauhtémoc se construyó en los Astilleros Celaya, en Bilbao, España, y ‘nació’ como mexicano el 29 de julio de 1982, cuando fue recibido en el muelle de Santurce por su primer Comandante, Manuel Zermeño del Peón.

También conocido como el ‘Caballero de los Mares’, el velero comparte varias de sus características con el Gloria, de Colombia; el Guayas de Ecuador, y el Simón Bolívar, de Venezuela.
El buque tenía una estructura con tres mástiles y 23 velas repartidas —10 velas cuadras en los palos mayor y trinquete, velas cangreja y escandalosa en el de mesana, con 13 velas de cuchillo entre los palos— sumando 2 mil 368 metros cuadrados de velamen.

En el buque, los sollados contaban con literas y unas pequeñas taquillas donde los cadetes guardaban sus pertenencias: tres delgados cajones y una alta colgadera.
Bajo la cubierta de popa se encontraban los servicios médicos, capaces de realizar una intervención quirúrgica en el vaivén, pues contaba con un pequeño quirófano equipado con los instrumentos necesarios para garantizar la salud de la tripulación.

El velero se mostraba impecable gracias a que contaba con una planta productora de agua potable, con una capacidad de 110 toneladas por día y los Departamentos de Maniobras, Máquinas, Navegación, Comunicaciones, Logística e Instrucción lo mantenían en funcionamiento.

El Buque Cuauhtémoc ganó la Tetera Boston que otorga la Asociación Internacional de Entrenamiento a Vela por recorrer la mayor distancia durante 124 horas continuas sin utilizar sus máquinas, con un recorrido de mil 200 millas náuticas en cinco días y cuatro horas, a una velocidad de 9.63 nudos.