BRUSELAS.- Responsables europeos y estadounidenses mantendrán una conversación telefónica sobre la posibilidad evocada por Washington de prohibir las computadoras portátiles en la cabina de los aviones procedentes de Europa, anunció la Comisión Europea.
"Hay una conversación telefónica prevista más tarde en el día de hoy entre el secretario estadounidense de Seguridad Interior, John Kelly, y algunos ministros" de países europeos, en la que participarán dos comisarios europeos, declaró una portavoz del ejecutivo comunitario, Anna-Kaisa Itkonen.
Un vocero ministerial estadounidense había indicado que el gobierno de Estados Unidos buscaba prohibir los ordenadores portátiles en la cabina de los aviones procedentes de Europa, extendiendo así esta medida ya vigente en los vuelos provenientes de varios países de Oriente Medio y África.
Bruselas, preocupada por esta medida unilateral, había pedido a las autoridades estadounidenses "la celebración rápida de encuentros" a nivel político y técnico sobre nuevas medidas en materia de seguridad aérea, había indicado una fuente europea.
En concreto, los comisarios de Asuntos de Interior, Dimitris Avramopoulos, y de Transportes, Violeta Bulc, enviaron una carta a sus homólogos estadounidenses para pedirles precisiones, confirmó a la AFP un vocero del ejecutivo comunitario.
"Nuestro interés es mantenernos informados para poder compartir la información con nuestros Estados miembros" sobre esta medida, que "podría alcanzar a los viajeros europeos", explicó Itkonen.
En marzo, Washington prohibió a los pasajeros de los vuelos directos a Estados Unidos con salida de diez aeropuertos situados en Turquía, Egipto, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Marruecos, Catar y Jordania transportar sus laptops u otros aparatos electrónicos más grandes que un celular en la cabina.
El vocero estadounidense precisó que se advirtió a las compañías aéreas que esta medida, que obliga a transportar estos aparatos electrónicos en la bodega, podría ponerse en marcha en los enlaces entre Europa y Estados Unidos.
Esta decisión llegó después que varios responsables de la lucha antiterrorista evocaran proyectos de grupos yihadistas de confeccionar bombas con la forma de baterías de aparatos electrónicos.