KIEV.En un intento de disminuir el descontento en Ucrania antes de las elecciones, el presidente Petro Poroshenko aprobó una ley que le permitirá juzgar en ausencia a su derrocado predecesor, Viktor Yanukovich, por los crímenes que presuntamente cometió mientras estaba en el poder.
Poroshenko y su gobierno pro occidental, que buscan una victoria clara en las elecciones parlamentarias, recibieron muchas críticas por haberse mostrado blandos a la hora de llevar a los tribunales a Yanukovich, quien huyó de las protestas callejeras del "Euromaidan" en febrero, junto a su familia y colaboradores.
Las autoridades de Kiev acusan a Yanukovich, que se encuentra en Rusia, de estar implicado en la muerte entonces de manifestantes a tiros por la policía, así como de grandes apropiaciones de fondos y propiedades públicas e, incluso, un intento de derrocar al nuevo presidente.
Hasta ahora, la ley ucraniana no permitía procesar en ausencia a personas que se encuentren fuera del país por los crímenes cometidos dentro de sus fronteras.
Pero Poroshenko, que fue elegido en mayo y espera un fuerte apoyo a una coalición proeuropea en las próximas elecciones , dijo en su página web que había aprobado enmiendas al código penal que permitirá perseguir a los que "han robado a nuestro pueblo" y se esconden en el extranjero, juzgándoles aun sin estar presentes.
El cambio legal prevé la incautación de las propiedades y bienes de los que sean hallados culpables de delitos contra el pueblo ucraniano, aseguró.
Yanukovich, que huyó a Rusia junto a ministros y asesores, dejó varias propiedades atrás, incluida una gran hacienda a las afueras de Kiev y al menos una villa en el Mar Negro.
La firma de estas leyes tiene lugar en un momento en que las autoridades prooccidentales intentan limpiar la burocracia estatal de simpatizantes de Yanukovich y funcionarios corruptos acusados de haber recibido sobornos durante su mandato.
La caída del gobierno de Yanukovich, apoyado por Moscú, provocó la anexión rusa de Crimea y las rebeliones separatistas prorrusas en el este, que han causado la crisis más grave en las relaciones entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría.
Se espera que una mayoría proeuropea domine el Parlamento después de las elecciones, dejando la influencia rusa muy disminuida.