BRUSELAS.- El primer ministro turco rechazó cualquier posibilidad de que Ankara se disculpe por derribar un avión de combate ruso en su espacio aéreo la semana pasada, tras obtener un fuerte respaldo de la OTAN a su derecho a ejercer la autodefensa.
Seis días después del incidente, los llamados a la calma han pasado desapercibidos, ya que Ankara se niega a pedir perdón y Rusia respondió con sanciones.
"Ningún país debe pedirnos que nos disculpemos", dijo a periodistas el primer ministro, Ahmet Davutoglu, tras una reunión con el secretario general de la OTAN en el cuartel general de la alianza en Bruselas.
"La protección de nuestras fronteras terrestres, nuestro espacio aéreo, no es solo un derecho, es un deber", destacó. "Nosotros pedimos perdón cuando cometemos un error, no cuando cumplimos con nuestro deber".
El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que está esperando una disculpa después de que la fuerza aérea turca derribó un caza Su-24 cerca de la frontera entre Turquía y Siria. Funcionarios rusos aseguran que el avión nunca sobrevoló territorio turco.
Putin dijo también que Rusia informó a Estados Unidos del plan de vuelo del caza, algo que negó el enviado de Washington a la OTAN, indicando que la cooperación de ambos países en Siria se limita a reglas amplias sobre seguridad.
"Los datos estadounidenses que he visto corroboran la versión turca de los hechos. El avión estaba en Turquía y fue alcanzado tras haber sido advertido repetidas veces", comentó el embajador Douglas Lute a periodistas. "No hay planes de vuelo para violar el espacio aéreo de la OTAN".
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, buscó aliviar la tensión pidiendo acordar nuevos procedimientos de emergencia con Moscú para evitar más incidentes.
En particular, sugirió reactivar el llamado Documento de Viena, de tiempos de la Guerra Fría, que fija las reglas para ejercicios a gran escala y otras actividades militares, al igual que teléfonos y otros canales de comunicación directos.