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Será difícil para Echaveste cambiar de fondo la relación EU-México

Tiene a su favor conocer de primera mano a los inmigrantes, pero sus desventajas son su poca experiencia en diplomacia y asuntos económicos, apunta Eduardo Rosales Herrera, internacionalista y titular en la maestría México-EU de la UNAM.

CIUDAD DE MÉXICO. El gobierno de México otorgó la semana pasada su beneplácito a Maria Echaveste para que se desempeñe como la próxima embajadora de Estados Unidos en sustitución de Earl Anthony Wayne, por lo que fuentes diplomáticas norteamericanas consultadas por El Financiero indicaron que la académica e hija de inmigrantes mexicanos asumiría la legación del Paseo de la Reforma en enero, si bien aún será necesario que atraviese las audiencias de confirmación en el Capitolio, lo que ocurrirá después de las elecciones intermedias de noviembre.

A su vez, especialistas entrevistados consideraron difícil que Echaveste logre cambios de fondo en la relación bilateral. Eduardo Rosales Herrera, internacionalista y titular en la maestría México-EU de la UNAM, aseveró que la llegada de quien será la primera latina estadounidense que funja como embajadora aquí representa una "jugada política" del gobierno de Barack Obama ante los comicios del 4 de noviembre, en los que probablemente los demócratas perderán la mayoría en el Senado, así como una "cortesía" para México frente a la ofensiva antimigrante de los republicanos, como el gobernador Rick Perry de Texas, que busca la candidatura a la Casa Blanca para 2016.

La ventaja, explicó, es que Echaveste es hija de padres inmigrantes que incluso trabajó en la pizca agrícola de Texas, por lo que conoce de primera mano la situación por la que atraviesan millones de indocumentados. Ello, sin embargo, no garantiza una mejoría en las condiciones de los migrantes y menos aún que se avance en la reforma del sector, aplazada por Obama con motivo de la campaña electoral al costo de una fuerte pérdida de popularidad entre los hispanos.

La desventaja de la fundadora de la consultoría Nueva Vista Group, según Rosales Herrera, radica en su escasa experiencia diplomática, pues sólo fungió como representante especial en Bolivia en 2009, así como en temas económicos, a los que la presente administración en Los Pinos ha dado prioridad.

Andrew Selee, vicepresidente ejecutivo del Centro Wilson, justo donde Echaveste se desempeñó como asesora y académica, opina que no traerá grandes cambios en la relación, ya que los lineamientos de política exterior no dependen de las personas al frente de la embajada, sino de una política de Estado que para estas alturas ya está más que definida por la excanciller Hillary Clinton y su sucesor, John Kerry. A Wayne correspondió en el último tramo del gobierno de Felipe Calderón enmendar los lazos, tras la renuncia de su antecesor, Carlos Pascual, un especialista en Estados fracasados, provocada por sus críticas en comunicados internos a la lucha antidrogas, exhibidas por Wikileaks.

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