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Putin apunta a Asia por sanciones, caída del crudo... y China

El presidente de Rusia busca en Asia nuevos amigos que lo apoyen ante las sanciones por el conflicto en Ucrania y nuevos mercados en donde llevar los productos de su país. Además, quiere ampliar sus opciones en el continente más allá de su antiguo aliado, China.

Cercada por Estados Unidos y sus aliados, enfrentada con una complicada relación con China y con la necesidad de hallar nuevos amigos e ingresos, Rusia se está presentando en cualquier lugar de Asia.

Un nuevo acuerdo estratégico con Pakistán. Una vista de Vladimir Putin a India. Ayuda en la búsqueda de un avión estrellado en Indonesia. Seducir a Kim Jong Un para que invierta fuera de Corea del Norte. En una región en la que algunos gobiernos podrían ser menos quisquillosos por la situación en Ucrania, Putin es sorprendentemente bienvenido.

Las incursiones rusas reflejan una doble estrategia: hallar nuevos mercados mientras su economía es triturada por las sanciones y por la caída en los precios del crudo, y buscar la diversidad más allá de su gran aliado en Asia, China. A Putin le preocupa que su relación con el presidente chino, Xi Jinping, se esté inclinando a favor del gigante asiático.

"Los rusos toman con cautela el sobreendeudamiento con China y al mismo tiempo son muy entusiastas sobre diversificar su portafolio e incrementar los lazos con múltiples potencias asiáticas", opinó Andrew Kuchins, director del Programa para Rusia y Eurasia del Center for Strategic and International Studies, un think tank en Washington. "La crisis rusa los ha llevado a acelerar la conformación de su eje asiático".

Mientras que Rusia no puede ignorar a China –fue su principal socio comercial en 2013, los dos realizan regularmente ejercicios militares conjuntos y China le compra gas a Rusia-, el gobierno en Moscú está renovando sus esfuerzos con el fin de convencer a otras naciones asiáticas para que actúen como un seguro. En meses recientes, se ha acercado a potencias medianas como India, Japón, Corea del Sur, Indonesia y Pakistán.

"Rusia ha cambiado el ritmo de mirar hacia el este y lo que ve es un escenario complicado", dijo W.P.S. Sidhu, miembro de BrooKings India, en Nueva Delhi. "Hay una sensación de tratar de empatar a China. Todos están preocupados sobre la capacidad de crecimiento de China y, sobre todo, de sus intenciones".

El acelerado enfoque asiático de Putin es una mezcla de compromisos militares y esfuerzos para promover el comercio, esto último iniciando desde una base menor. Rusia es únicamente el número 14 en la lista de principales socios comerciales de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático, de 10 miembros, con un intercambio conjunto por 19.9 mil millones de dólares en 2013, 10 por ciento más que el año previo, según ASEAN. En cambio, fue el noveno mayor socio comercial de China en 2013.

"La prioridad de Rusia son las relaciones con China, aunque no desea poner todos los huevos en una sola canasta", consideró James Brown, quien se especializa en los nexos entre Rusia y Japón en la Universidad Temple de Tokio. "Es por eso que busca relacionarse con India, Vietnam –dos países que tienen una relación complicada con China- y Japón puede caber en esa caja también".

Mientras que Rusia mantiene un estatus de paria ante Europa, el primer ministro indio, Narendra Modi, le dijo a Putin en diciembre que se oponía a las sanciones. En tanto, el premier de Malasia, Najib Razak, desistió de acusar a Rusia por el derribo de una aeronave de Malaysia Airlines sobre Ucrania, a la espera de una investigación final.

En mayo, Putin conmemorará en Moscú el 70 aniversario del fina de la Segunda Guerra Mundial. El chino Xi ha confirmado su participación, junto con el norcorano Kim, quien podría poner las bases para su primer encuentro. También el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, y la presidenta de Corea del Sur, Park Geun Hye, han sido invitados.

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