16 procuradores generales de estados como California, Nueva York y Pensilvania se han opuesto a la medida tomada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de prohibir la entrada por 120 días a personas procedentes de países como Irán, Siria e Irak.
En una declaración conjunta, afirmaron que usarían todas las herramientas a su alcance para pelear con esta orden inconstitucional y que hasta que fuera derogada, ellos trabajarán para asegurar que el menor número posible de personas sufra por esta situación.
"La libertad religiosa ha sido, y siempre será, un principio fundamental de nuestro país y ningún presidente puede cambiar esa verdad", afirmaron.
Los funcionarios que se han opuesto a esta medida son los de California, Nueva York, Pensilvania, Washington, Massachusetts, Hawaii, Virginia, Vermont, Oregon, Connecticut, Nuevo México, Iowa, Maine, Maryland, Illinois y el distrito de Columbia.