EL CAIRO.- La guerrilla del Estado Islámico (IS) enfrentó a tropas de Siria a dos kilómetros de las ruinas de la antigua ciudad de Palmira, lo que coloca en peligro inminente al sitio arqueológico, declarado patrimonio de la humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (Unesco).
"Terroristas de IS se infiltraron en El Sujná y otras zonas al este de Palmira (Tadmir en árabe), donde unidades del ejército chocaron con ellos", indicó Talal Barazi, gobernador de la provincia de Homs. Detalló que mil 800 familias que huyeron de los yijadís ante su rápido avance en el desierto de Tadmor se refugiaron en la ciudad del mismo nombre, luego de que los rebeldes ejecutaron en las aldeas vecinas a 26 civiles ––diez decapitados–– al acusarlos de "colaborar con el régimen", lo que confirmó en Londres el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Los fieros combates por El Sujná, que incluyeron ataques de la aviación siria, causaron la muerte de 70 soldados, así como de 40 efectivos de IS, entre ellos dos comandantes, uno de ellos identificado como Abu Malik Anas el Nashwan, quien apareció en abril en un video que exhibe la decapitación de 28 cristianos eritreos y etiopes en Libia.
Los extremistas suníes están muy cerca de las ruinas, alertó Rami Abdel Rahman, director del observatorio, por lo que se teme que se repita la destrucción que han sufrido otros lugares de invaluable valor histórico y artístico en Irak este año. Rahman explicó que IS capturó los puestos militares entre El Sujná y Palmira, al avanzar desde el Valle del Éufrates hacia el este.
Los hechos coinciden con la reunión que once países árabes y especialistas efectúan con la Unesco en El Cairo para evaluar el daño a Nimrod, Mosul y Hatra en Irak; Irina Bokova, titular del organismo, enfatizó que Palmira "representa un tesoro irremplazable para el pueblo sirio y el mundo. Debe ser salvada".
Mahmun Abdulkarim, titular de antigüedades de Siria, dijo que el mundo "debe movilizarse ahora y no después de la destrucción. Todavía no entra a la ciudad IS y esperamos que esos bárbaros nunca entren, pero si lo hace será una catástrofe. Podemos proteger las estatuas y otros artefactos, pero no la arquitectura y los templos", recalcó.
Los restos del centro de caravanas se ubican al noreste de Damasco y se remontan al imperio que presidió la reina Zenobia en el siglo III. La Unesco, que la eligió como Patrimonio de la Humanidad en 1980 y la declaró en peligro desde 2013, cuando ya fue ocupada temporalmente por otros insurgentes, resalta que se trata de una encrucijada de civilizaciones con templos como el de Baal, construidos en los siglos I y II; representa, añade, una fusión única del arte local, grecorromano y persa.
En abril, videos de los extremistas suníes, que reciben apoyo de Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Turquía, exhibieron la devastación de la ciudad asiria de Nimrod, así como de Hatra y áreas arqueológicas de Mosul que surgieron hace 3 mil años; en su versión integrista del islam, creen que las obras maestras de la civilización son producto de una "idolatría" intolerable para el califato que han establecido en las zonas de Irak y Siria que dominan.
En foros radicales se divulgó un presunto mensaje de audio ––traducido a varios idiomas–– del autoproclamado califa de IS, Abu Bakr El Bagdadi, quien aseguró que al profeta Mahoma le fue ordenado hacer la guerra "hasta que solamente se adore a Alá". Subraya en 35 minutos que la yijad o guerra santa "es obligatoria para todo musulmán que rinda cuentas a Alá" y asegura que la alianza encabezada por Estados Unidos, que desde 2014 bombardea sus posiciones, ha "mentido, fracasado y perdido". El 21 de abril, un diario británico informó que El Bagdadi resultó gravemente herido en un ataques aéreo de la coalición, al oeste de Irak.