WASHINGTON.- Mientras Irán celebraba el retiro de las rígidas sanciones económicas luego de que la Agencia de Energía Atómica de las Naciones Unidas (AIEA) certificara el sábado que había cumplido los compromisos suscritos con las potencias mundiales para cancelar su programa nuclear, la Casa Blanca le impuso nuevas sanciones contra su programa de misiles balísticos.
En la lista de restricciones, están siete ciudadanos de Irán y uno de China, además dos empresas de los Emiratos Árabes Unidos y una de Hong Kong. De esta forma, Washington prohíbe a sus ciudadanos realizar cualquier operación con los sancionados y ordena congelar sus bienes y activos en EU.
El programa de misiles iraní "presenta una amenaza a la seguridad regional y global, por lo que seguirá sujeto a las sanciones internacionales", dijo Adam J. Szubin, funcionario del área de terrorismo e irregularidades financieras del Departamento del Tesoro. A pesar del anuncio de nuevas sanciones, el presidente Barack Obama elogió el acuerdo alcanzado con Irán en julio sobre la suspensión de su programa nuclear como "bueno para Estados Unidos y para el mundo, porque Teherán no puede hacer una bomba nuclear", por lo que el planeta es más seguro, gracias a nuestra "diplomacia fuerte" y con una estrategia "inteligente, paciente y disciplinada".
A su vez desde Teherán, el presidente Hasán Rohani dijo que el acuerdo nuclear que permitió el levantamiento de las sanciones es una "victoria política" de la diplomacia y de Irán.
"No tendremos tratos comerciales con Estados Unidos, sólo si surgen las condiciones en el sector aeronáutico o la exportación de algunos productos, como pistachos y alfombras", señaló, aunque abrió la puerta a inversionistas estadounidenses.
Las sanciones levantadas el sábado impedían a Irán vender su petróleo en el mercado mundial, le mantenían desconectado de los mecanismos del sistema financiero global y le impedían disponer de activos estimados en más de 100 mil millones de dólares que estaban congelados en bancos del exterior.
Para aligerar la tensión, ambos países intercambiaron prisioneros, cuatro estadounidenses y siete iraníes, quienes ya se encuentran en sus países.