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Enfrentarán la oleada de menores inmigrantes con el plan Mérida

Repatriación de los centroamericanos se complica, dice vocero de Patrulla Fronteriza. Washington dará ayuda a México en el combate a las redes de tráfico de personas.

CIUDAD DE MÉXICO. México y Estados Unidos enfrentarán la crisis en la frontera generada por el arribo de miles de menores inmigrantes no acompañados ––detenidos y hacinados en centros improvisados o bases militares–– en el marco de la Iniciativa Mérida contra el narcotráfico y el crimen organizado, confirmaron fuentes diplomáticas de ambos países a El Financiero.

El objetivo, explicaron, será mejorar la capacidad de México para controlar los flujos migratorios a través de su límite sur, en especial ante las bandas de tráfico de personas procedentes de América Central. "A través de los programas de capacitación de la Iniciativa Mérida y de cooperación en procuración de justicia estamos apoyando a las fuerzas federales y estatales mexicanas en la lucha para desmantelar redes de contrabando", dijo uno de los informantes norteamericanos, luego de que el jueves el embajador Anthony Wayne aseveró que entre octubre y el 15 de junio EU interceptó más de 52 mil menores solos, casi el doble que en todo 2013.

La saturación de los centros de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) ha obligado a liberar a cientos de indocumentados en California, Texas, Florida y Arizona, generando más incertidumbre, pese a que tanto el presidente Barack Obama como el vicepresidente Joe Biden ––este último al visitar Guatemala el viernes–– advirtieron que los niños no permanecerán en EU. "No hay claridad sobre si esto será una estrategia permanente o fue un hecho aislado", dijo Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos. Añadió que lo único que el gobierno estadounidense puntualizó es que los migrantes tendrán una audiencia como parte del proceso de deportación, lo que "impide conocer cuáles serán sus necesidades legales e inmediatas, pues las audiencias pueden tardar meses".

Esta medida ––insistió–– no representa una solución, ni sustituye la necesidad de la reforma migratoria, ya que sólo se les está trasladando de un lugar a otro, pero no se les concede permiso de trabajo y simplemente se les ordena presentarse ante un juez. La situación se complica, reconoció Ramiro Cordero, vocero de la Patrulla Fronteriza, debido a que 75 por ciento de los liberados son de origen centroamericano, lo que dificulta su deportación, ya que deben ser trasladados hasta sus diferentes países de origen.

"Estas personas están siendo procesadas, al finalizar, se los entregamos otra vez a ICE y luego ellos determinan si hay repatriación o si se inicia un proceso legal sobre su estatus migratorio", explicó el funcionario estadounidense, quien aseguró desconocer si la liberación en los centros será una medida permanente.

La emergencia humanitaria, en tanto, puso en alerta a la región, pues se esperan nuevas oleadas en la frontera norte de México y miles de expulsiones de EU en los próximos meses. La Patrulla Fronteriza cree que en todo 2014 hasta 90 mil niños tratarán de entrar a la Unión Americana.

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