WASHINGTON.- El puntero Donald Trump, que sólo en febrero gastó 9 millones de dólares en su campaña, se reunió en la capital del país con un grupo de políticos republicanos, incluidos senadores y representantes, para aclarar las dudas que existen al interior del partido sobre su nominación, donde incluso ya se elabora un plan de 100 días para impedir a partir de los comicios del 5 de abril en Wisconsin, que se convierta en el candidato a la Casa Blanca.
Su rival demócrata, Hillary Clinton, denunció que Trump no está calificado para manejar conflictos internacionales delicados, como comandante en jefe.
El magnate se entrevistó con pesos pesados del partido, como los dos exjefes de la Cámara de Representantes: Newt Gingrich y Bob Livingston. La reunión fue organizada por el senador por Alabama, Jeff Sessions.
Tras la cita, el magnate pidió al partido que apoye su candidatura. "Si la gente quiere ser lista, debería abrazar este movimiento", señaló.
Advirtió que una candidatura independiente supondría que el Partido Demócrata ganará los comicios del próximo 8 de noviembre.
Sin embargo, fuentes de los republicanos afirman que se está formando un bloque Anti-Trump para evitar a toda costa que asegure su nominación en las primarias --el candidato cuenta con 678 delegados y necesita mil 237-- para ganar la candidatura republicana en la Convención, que se llevará a cabo del 18 al 21 de julio en Cleveland, Ohio.
Tras reconocer que Trump ha logrado una ventaja importante en la campaña, estos miembros del establishment republicano sostienen que un esfuerzo para bloquearlo dependería de una serie de medidas desesperadas.
Según la fuerza Anti-Trump no hay espacio para el error ni la demora, porque sin un plan de ataque ejecutado a la perfección, el multimillonario podría llegar a ser imparable.
Circula ya un memorándum con una lista de potenciales terceros abanderados del partido, entre ellos figuran Tom Coburn, exsenador de Oklahoma, y Rick Perry, exgobernador de Texas.