Los españoles votaron este domingo en unas segundas elecciones generales en seis meses, luego de que el pasado 20 de diciembre acudieran a las urnas para renovar al gobierno.
Los resultados de esos comicios dieron como ganador al Partido Popular (PP), pero sin los escaños suficientes para gobernar en solitario, con 137 de 350, según el 97 por ciento de los votos escrutados.
De los partidos de izquierda PSOE logró el segundo lugar, con 85 escaños, y Unidos Podemos, con 71; por otra parte, Ciudadanos alcanzó 32.
PP obtuvo 14 escaños más que en las elecciones de diciembre, lo cual le da mayor fuerza para buscar acuerdos.
En tanto el PSOE celebró haber mantenido el segundo sitio y evitado que Unidos Podemos lo rebasara, con lo que se mantiene como el principal partido de izquierda de España.
España es una monarquía parlamentaria en la que el gobierno recae no necesariamente en el partido más votado sino en el que tenga la mayoría en el Congreso.
Para gobernar es necesario contar con 176 escaños de 350 que tiene el Congreso. En caso de que ningún partido obtenga la mayoría, el partido más votado es el primero designado por el rey, que es el jefe de Estado, para buscar apoyos de otros partidos para gobernar.
Si en una primera votación en el Congreso no obtiene la mayoría, se realiza una segunda votación en la que sólo se necesita tener más votos a favor que en contra.
Tras los comicios de diciembre, el PP declinó buscar formar gobierno al reconocer que no tenía apoyos entre el resto de partidos.
Entonces, el segundo más votado, el Partido Socialista (PSOE), recibió la oportunidad de buscar formar gobierno, lo que intentó con apoyo del cuarto partido más votado, Ciudadanos.
En primera votación no sumaron los escaños necesarios y en una segunda, fueron bloqueados por el PP y Podemos.
De ahí que, al fracasar el intento de formar gobierno, fuera necesario convocar a nuevas elecciones, algo inédito en España.