LA HABANA.- Las negociaciones entre Cuba y la Unión Europea (UE) del lunes y martes en Bruselas podrían ser el comienzo del fin de la llamada "posición común", que promovida por el expresidente del gobierno español, José María Aznar es, desde 1996, el principal obstáculo para la normalización de relaciones entre las dos partes.
Fuentes del bloque europeo revelaron que la isla y la UE esperan concluir las pláticas este año, con un acuerdo sobre diálogo político y cooperación. A causa de la "posición común", con la que la UE alineó su política con la de la Casa Blanca, Cuba es el único país de América Latina que no tiene un acuerdo bilateral con Bruselas. No obstante, el deshielo anunciado por La Habana y Washington en diciembre está llevando al empresariado de la Eurozona a intensificar su presencia en la Mayor de las Antillas "antes de que lleguen los norteamericanos", según dicen, al tiempo que sus respectivos gobiernos, incluido el del Partido Popular de España, intentan crear los mecanismos para hacer más expedito ese intercambio.
Cuba "ha dado un giro de 180 grados", dijo incluso el ministro español de Economía, Luis de Guindos (del PP), al anunciar la semana pasada que proyecta viajar a La Habana en julio. En esta cuarta ronda de negociaciones se abordan por primera vez temas comerciales y de inversión. En la Eurozona se encuentran los principales inversores extranjeros de Cuba, que necesita, según cifras oficiales cubanas, unos 2 mil millones de dólares anuales en inversión directa para impulsar las reformas económicas.
Sin dar detalles, fuentes comunitarias señalaron que no se está negociando un acuerdo comercial con trato preferencial, algo que, dijeron, Cuba no ha pedido. A pesar de las restricciones aplicadas hace casi veinte años por la UE, ese bloque es el tercer emisor de turistas a la isla (en 2014 llegó un millón de visitantes). Cinco miembros de la UE están entre los diez mayores socios comerciales del país ––España es el tercero––- y La Habana ha firmado varios acuerdos bilaterales de cooperación. Además, recientemente se anunció que Cuba y el Club de París reanudaron conversaciones ––que estaban suspendidas desde hacía décadas–– y acaban de fijar en 15 mil millones de dólares la deuda cubana, un primer paso para establecer un plan de pago y abrir las puertas a nuevos créditos.
En paralelo a los asuntos de cooperación e inversión, la isla y Bruselas han acordado abordar en lo que queda del año temas de democracia, derechos humanos y buen gobierno, sobre los cuales hay sustanciales diferencias, en opinión del primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel. Sin embargo, trascendió que se encontró terreno común para adentrarse en esos asuntos y ya se han anunciado "reuniones técnicas" sobre derechos humanos para fines de mes.
Los intercambios se iniciaron en abril de 2014 luego de contactos exploratorios. Las conversaciones continuaron en agosto de 2014 y marzo. La alta representante de la UE para Política Exterior, Federica Mogherini, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, ya han mantenido dos reuniones por su lado.