Las autoridades puertorriqueñas se apresuraban el viernes a evacuar a decenas de miles de personas que viven río abajo de una presa que podría romperse, y dijeron que no podían llegar a más de la mitad de los poblados en la isla en momentos en que la gran magnitud del desastre provocado por el huracán María comenzaba a ser evidente.
Carlos Bermúdez, portavoz gubernamental, dijo que las autoridades carecen de comunicación con 40 de los 78 municipios en Puerto Rico, más de dos días después de que el meteoro categoría 5 cruzó por la isla, donde derribó el cableado eléctrico y torres de telefonía celular, además de inundar calles.
Un total de mil 360 de las mil 600 torres celulares que tiene la isla se cayeron, y el 85 por ciento de los cables telefónicos y de internet estaban inservibles, señalaron las autoridades. Con los caminos bloqueados y los teléfonos muertos, reconocieron, la situación podría ser peor de lo que saben.
El gobernador Ricardo Roselló les dijo a los reporteros en la capital que aún no cuantifican totalmente la magnitud de los daños.
Casi 400 milímetros de lluvia cayeron sobre las montañas que rodean a la represa Guajataca en el noroeste de Puerto Rico tras el paso de María, lo cual llenó el embalse de casi 90 años de antigüedad.
Las autoridades ordenaron el desalojo de las 70 mil personas que viven río abajo. Enviaron autobuses para llevárselas y lanzaron advertencias vía Twitter, pero éstas no fueron recibidas por muchos debido a los apagones en el área costera.
La presa de 316 metros, construida alrededor de 1928, contiene un embalse que cubre unos cinco kilómetros cuadrados.
Un ingeniero que inspeccionó el dique reportó una abertura contenida que las autoridades rápidamente determinaron era una fisura que podría ser el primer indicio de una falla total de la presa, dijo Anthony Reynes, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos.
Reynes indicó que se desconoce cómo podría evolucionar el problema, ni en cuánto tiempo, razón por la que las autoridades se están movilizando a toda prisa.
Más de 15 mil personas viven en los albergues instalados en la isla, incluyendo 2 mil que fueron rescatadas en el poblado costero de Toa Baja.
Para el viernes por la noche, María se ubicaba a unos 480 kilómetros al este de la región central de las Bahamas con vientos sostenidos máximos de 205 kph. No se espera que amenace a Estados Unidos.