Esta noche en la Universidad de Las Vegas se dará el tercer y último debate entre los aspirantes a la presidencia de Estados Unidos: la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump.
La discusión comenzó en torno a los nombramientos en la Suprema Corte de Estados Unidos, así como la segunda enmienda y el derecho a portar armas. Ambos candidatos comenzaron a marcar las diferencias entre sus propuestas desde el arranque de la confrontación.
Respecto al primer tema, Trump sostuvo que nombrará a 21 magistrados conservadores, republicanos y a favor de la vida.
En tanto, Clinton, al hablar del segundo tópico, refirió que ella respeta la segunda enmienda y el derecho a portar armas, aunque buscará que haya una regulación más estricta.
Al abordar el tema de la inmigración, el magnate reiteró su propuesta de construir un muro en la frontera con México, mientras que la demócrata se lanzó contra la iniciativa y recordó su experiencia durante su visita a México.
"Necesitamos fronteras fuertes", dijo el republicano, tras lo que recordó que al debate invitó a madres de cuatro víctimas mortales de las que responsabilizó a inmigrantes.
“Cuando Trump fue a México habló del muro y se atragantó”, reviró la candidata.
Otro tema que causó confrontación entre los aspirantes fue la economía, en la que se revivieron los ataques de los debates pasados respecto a la política fiscal de ambos candidatos. "Yo no aumentaré impuestos a quienes ganen menos de 250 mil dólares al año", señaló en su oportunidad la aspirante demócrata.
El republicano reiteró su interés de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y recordó que ha causado un impacto negativo a su país, de lo que también responsabilizó a Bill Clinton, esposo de la candidata demócrata.