Según personas familiarizadas con el asunto, funcionarios estadounidenses están manteniendo conversaciones preliminares sobre si permitir que Nvidia venda sus chips de inteligencia artificial H200 a China, una posible medida polémica que supondría un gran triunfo para la empresa más valiosa del mundo.
El equipo del presidente Donald Trump ha mantenido conversaciones internas sobre los envíos de chips H200 al país asiático en los últimos días, según fuentes que solicitaron el anonimato para tratar un asunto sumamente delicado. Estas fuentes recalcaron que no se ha tomado ninguna decisión definitiva y que es muy posible que la idea se quede en un debate interno y nunca derive en la aprobación de las licencias, requisito indispensable para los controles de exportación que Washington impuso por primera vez en 2022.
Sin embargo, el hecho de que se estén considerando los envíos de H200 supone un cambio radical con respecto a las posturas públicas anteriores de la administración Trump sobre los controles a la exportación de semiconductores. También representaría una concesión a Beijing que casi con toda seguridad suscitaría una amplia oposición por parte de los sectores más críticos con China en Washington.
Las acciones de Nvidia alcanzaron su máximo de la sesión del viernes tras conocerse la noticia. Llegaron a subir 2 por ciento, hasta los 184.29 dólares, después de las caídas previas.
En un comunicado, Nvidia afirmó que el panorama regulatorio actual no le permite ofrecer un producto competitivo para centros de datos en China, “dejando ese enorme mercado a nuestros competidores extranjeros de rápido crecimiento”.
“Nuestra exclusión del mercado chino de computación para centros de datos no afecta nuestra capacidad para abastecer a los clientes en los Estados Unidos”, dijo la compañía con sede en Santa Clara, California.
Los representantes de la Casa Blanca y del Departamento de Comercio, que regula las exportaciones, no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
El director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, ha presionado intensamente a la administración Trump para que levante las restricciones que, según el fabricante de chips, lo han obligado a abandonar el mayor mercado mundial de semiconductores. De concretarse, la iniciativa H200 supondría una importante flexibilización de las restricciones comerciales estadounidenses diseñadas para limitar el desarrollo de China en inteligencia artificial.
También podría satisfacer una petición clave de Beijing, que ha protestado repetidamente por las restricciones impuestas por Washington tanto a los chips avanzados como a las herramientas utilizadas para fabricarlos.
Sin embargo, al mismo tiempo, el gobierno chino quiere que el país haga la transición a hardware de IA de fabricación nacional de empresas como Huawei Technologies. Y ha desalentado o prohibido directamente a las empresas el uso de productos menos avanzados que Nvidia diseñó específicamente para clientes en el país asiático: los únicos chips de IA que Washington actualmente permite que el fabricante de chips venda allí.
Trump había insinuado previamente la posibilidad de discutir con el líder chino Xi Jinping la exportación de los chips más avanzados de Nvidia. Si bien el tema finalmente no se abordó en las recientes conversaciones, su administración no descartó por completo la exportación de chips de IA, actualmente restringidos.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, declaró posteriormente que podía imaginar la exportación de la actual generación de chips Blackwell a China una vez que dejen de ser los más avanzados, posiblemente dentro de uno o dos años.







