China intensificó sus represalias contra Japón por el tema de Taiwán, suspendiendo las importaciones de mariscos japoneses y deteniendo la aprobación de nuevas películas; las últimas señales de que su disputa diplomática está lejos de haber terminado.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, declaró el miércoles a la prensa que Japón no cumplía las condiciones para reanudar los envíos de mariscos usados para sushi u otras comidas, confirmando así las informaciones previas de la prensa japonesa sobre la suspensión de las importaciones. Esta medida se produce pocos meses después de que Pekín levantara una prohibición similar.
Mao advirtió que si Tokio se niega a retractarse de las declaraciones de la primera ministra Sanae Takaichi sobre Taiwán que enfurecieron a Pekín, China tomará “contramedidas serias”.
Las relaciones entre ambos países vecinos se han deteriorado después de que Takaichi se convirtiera en la primera líder japonesa en funciones en décadas en vincular públicamente una crisis en el Estrecho de Taiwán con el posible despliegue de tropas japonesas. Sus declaraciones provocaron una rápida réplica de Pekín, que advirtió de posibles represalias.
Según Kyodo News, Pekín también ha suspendido las conversaciones sobre la reanudación de las importaciones de carne de vacuno. Además, los reguladores chinos han paralizado el proceso de aprobación de nuevas películas japonesas y han suspendido seis títulos que ya habían sido autorizados y tenían fecha de estreno confirmada, según fuentes cercanas al asunto.
Estas acciones se producen tras una reunión destinada a rebajar la tensión que, al parecer, no logró grandes avances. Liu Jinsong, director general del Departamento de Asuntos Asiáticos del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, declaró estar “insatisfecho” con el resultado de sus conversaciones con el diplomático japonés Masaaki Kanai el martes, según informó el medio de comunicación chino The Paper.
Japón afirmó que Kanai reiteró que la postura del país sobre Taiwán permanece inalterable. Kanai rechazó las declaraciones “sumamente inapropiadas” de Xue Jian, cónsul general de China en Osaka, quien amenazó con decapitar a Takaichi en una publicación ya eliminada en X. Kanai, director general de la Oficina de Asuntos de Asia y Oceanía, exigió medidas inmediatas contra el diplomático.
Impactos económicos de las restricciones a los mariscos entre China y Japón
Las importaciones chinas de productos del mar procedentes de Japón se han reducido drásticamente desde 2024, después de que Pekín impusiera una prohibición a los envíos desde su vecino asiático. Tras el acuerdo de Pekín para levantar casi por completo dicha prohibición a principios de este año, los envíos comenzaron a recuperarse lentamente a partir de septiembre, si bien en los primeros nueve meses del año, las importaciones de pescado, crustáceos y otros productos del mar ascendieron a tan solo 500 mil dólares, según datos de la aduana china.
La noticia de la suspensión de las importaciones chinas de productos del mar afectó negativamente a las acciones de las empresas japonesas relacionadas. La distribuidora de productos del mar Kyokuyo Co. cayó hasta un 2.7 por ciento, mientras que Nissui Corp. bajó un 3.1 por ciento. En contraste, las empresas chinas del sector pesquero repuntaron: Zhanjiang Guolian Aquatic Products Co. subió más de un 20 por ciento y Dahu Health Industry Co. un 10 por ciento.
Pekín también ha advertido a los ciudadanos chinos que no viajen a Japón, una medida que ya ha provocado que al menos dos agencias de viajes estatales cancelen viajes en grupo reservados con meses de antelación, según fuentes cercanas al asunto. La advertencia de viaje desencadenó una fuerte caída en las acciones de las principales empresas japonesas de turismo y comercio minorista, antes de que recuperaran parte de sus pérdidas.
Las empresas estatales han aconsejado a sus empleados que eviten viajar a Japón, y algunos grupos de inversión, bancos, corredurías y otras compañías han enviado mensajes de advertencia a su personal esta semana, según personas familiarizadas con el asunto.
Existe preocupación de que China pueda utilizar el comercio como arma, como ya lo ha hecho en el pasado durante disputas con Japón, Australia, Corea del Sur y otros países. Cuando Pekín y Tokio se enfrentaron por una disputa territorial hace más de una década, China bloqueó temporalmente el suministro de tierras raras.
La industria japonesa está preocupada de que esto pueda repetirse, y el presidente del Consejo de Comercio Exterior, Tatsuo Yasunaga, declaró el miércoles que “no podemos descartar la posibilidad de que este asunto pueda generar una nueva inseguridad en el suministro de tierras raras”, y añadió que “como entidades comerciales, solicitaremos las medidas pertinentes”.
El Ministerio de Seguridad del Estado de China también se pronunció al respecto, afirmando en una publicación en redes sociales que Takaichi estaba “jugando con fuego” y amenazando con consecuencias no especificadas si no se retractaba de sus comentarios. La publicación también señaló que en los últimos años China había descubierto varios casos de espionaje relacionados con Japón y prometió proteger la seguridad nacional, sin ofrecer detalles.
Zhu Fenglian, portavoz de la oficina de Pekín encargada de los asuntos de Taiwán, afirmó que los comentarios de Takaichi eran un “intento de revivir el militarismo que pisotea la justicia internacional”.
Añadió que Pekín quería que Japón dejara de interferir inmediatamente en los asuntos internos de China y que cesara las provocaciones y transgresiones.







