El presidente Donald Trump ordenó una investigación federal sobre la industria empacadora de carne, responsabilizando a las compañías “de mayoría extranjera” por el incremento en los precios de la carne de res.
Trump pidió al Departamento de Justicia (DOJ) que “inicie de inmediato” la investigación contra las procesadoras de carne, a las que acusó de colusión, manipulación y fijación de precios, según una publicación en redes sociales.
Las acciones de la brasileña JBS NV, la mayor empresa cárnica del mundo, cayeron hasta 6.2 por ciento en operaciones posteriores al cierre.
“Estoy pidiendo al Departamento de Justicia que actúe con rapidez”, escribió Trump el viernes.
“Debe tomarse acción inmediata para proteger a los consumidores, combatir los monopolios ilegales y garantizar que estas corporaciones no se estén beneficiando criminalmente a costa del pueblo estadounidense”.
De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), los precios mayoristas de la carne de res, que ya venían aumentando en los últimos años, subieron 16 por ciento en 2025, luego de que el hato ganadero estadounidense se redujera al nivel más bajo en siete décadas, en parte debido a las sequías.
Según Julie Anna Potts, presidenta y directora ejecutiva del Meat Institute, los empacadores de carne están operando con pérdidas que podrían continuar durante 2026.
“Los procesadores de carne de res en Estados Unidos dan la bienvenida a un debate basado en hechos sobre la asequibilidad de la carne y la mejor forma de satisfacer las necesidades de los consumidores estadounidenses, quienes son los actores más importantes de la industria”, señaló Potts.
El alto costo de vida dominó las preocupaciones de los votantes esta semana en las elecciones locales, impulsando victorias demócratas sobre los republicanos de Trump en diversas contiendas del país.
Las encuestas mostraron que los votantes dieron bajas calificaciones a Trump en el manejo de la economía, lo que llevó a sus asesores a prometer un mayor enfoque en la asequibilidad.
Precio de la carne, nuevo frente vs la inflación alimentaria
La carne se ha convertido en el nuevo objetivo de Trump en su intento por contener la inflación alimentaria, con el precio de la carne molida, alcanzando niveles récord en los supermercados estadounidenses este año. Sin embargo, reconstruir el hato nacional podría tomar años, lo que sugiere que los precios seguirán altos durante más tiempo.
Trump pareció culpar a las compañías de capital extranjero, lo que provocó la caída de las acciones de JBS. Su subsidiaria avícola, Pilgrim’s Pride Corp., donó 5 millones de dólares al comité inaugural de Trump.
El productor de cerdo Smithfield Foods Inc., propiedad mayoritaria del grupo hongkonés WH Group Ltd., también registró pérdidas, mientras que Tyson Foods Inc. bajó hasta 2 por ciento antes de recuperarse.
Las empresas no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. Cargill, uno de los principales empacadores de carne en Estados Unidos y no cotizado en bolsa, tampoco emitió comentarios.

Un tema con historia
Al final del primer mandato de Trump, el Departamento de Justicia ya había abierto una investigación antimonopolio sobre la industria empacadora de carne. Su sucesor, Joe Biden, continuó con ese esfuerzo, pero nunca presentó una demanda.
En 2022, Biden lanzó una iniciativa para permitir que los productores denunciaran prácticas comerciales injustas dentro del sector. Las empacadoras han sido criticadas por su alta concentración de mercado y han pagado cientos de millones de dólares para resolver demandas por manipulación de precios y violaciones antimonopolio.
“Terminamos la semana con una nueva asignación, gracias por su atención a este asunto, señor”, comentó Gail Slater, jefa de la división antimonopolio del DOJ, en respuesta al anuncio de Trump en redes sociales.
Críticas desde los estados agrícolas por carne argentina
El manejo de Trump sobre los precios de la carne ha recibido críticas incluso de aliados en estados agrícolas, quienes aseguran que su plan para permitir más importaciones libres de aranceles de carne argentina podría perjudicar a los ganaderos estadounidenses.
Los futuros del ganado han caído recientemente, en parte debido a los planes de Trump de importar carne argentina, lo que ha afectado las expectativas de los inversionistas.
Los mercados de futuros reflejan la expectativa de que esos envíos eventualmente aumenten la oferta, especialmente mientras continúan las negociaciones comerciales con México y Brasil.
Sin embargo, ese incremento de suministros podría tardar en traducirse en precios más bajos para los consumidores.
“Aunque los precios del ganado han bajado sustancialmente, el precio de la carne empacada ha subido. Por lo tanto, algo huele a ‘pescado podrido’”, publicó Trump en un mensaje posterior.







