Un agente federal le presentó una propuesta audaz al piloto principal de Nicolás Maduro: lo único que debía hacer era desviar de forma disimulada el avión del presidente venezolano a un lugar donde las autoridades estadounidenses podrían detener al mandatario.
A cambio, según dijo el agente al piloto en una reunión clandestina, harían que el aviador se convirtiera en un hombre muy rico.
La saga inédita y llena de intriga de cómo el agente Edwin López intentó que el piloto de Maduro trabajara para los estadounidenses tiene todos los elementos de una película de espionaje de la Guerra Fría: aviones privados de lujo, una reunión secreta en un hangar de aeropuerto y diplomacia de alto riesgo en un delicado juego para convencer a un lugarteniente de cambiar de bando.
Incluso hubo un último acto de intriga con el propósito de inquietar a Maduro sobre la verdadera lealtad del piloto.
Así fue como EU intentó que el piloto de Nicolás Maduro lo traicionara
En términos más generales, el plan revela hasta qué punto —y con qué frecuencia de manera improvisada— el gobierno estadounidense ha intentado durante años derrocar a Maduro, mientras la línea entre la aplicación de la ley y la recolección de inteligencia a menudo se volvía difusa.
Los detalles del plan —que al final resultó fallido— se obtuvieron de entrevistas con varios funcionarios estadounidenses, tanto en activos como retirados, así como con uno de los opositores de Maduro.
La trama se planeó cuando un informante se presentó en la embajada de Estados Unidos en República Dominicana el 24 de abril de 2024 y afirmó tener información sobre los aviones de Maduro.
López, un áspero exsoldado de operaciones especiales del Ejército de Estados Unidos originario de Puerto Rico, había liderado las investigaciones de la agencia sobre redes criminales transnacionales con presencia en República Dominicana, tras una ilustre trayectoria en la que desmanteló bandas de narcotraficantes, lavadores de dinero y estafadores.
Un error pudo haber llevado a Nicolás Maduro a su detención
La embajada estaba cerrada, aunque López seguía en su escritorio. Le entregaron una ficha de archivo con el nombre y número telefónico del informante.
Cuando lo llamó, el individuo aseguró que dos aviones que utilizaba Maduro se encontraban en República Dominicana para que les realizaran reparaciones costosas.
López estaba intrigado: sabía que cualquier mantenimiento probablemente supondría una infracción penal según la ley estadounidense, ya que implicaría la compra de piezas estadounidenses, prohibidas por las sanciones impuestas a Venezuela. Y los aviones también estaban sujetos a incautación por violar esas mismas sanciones.
López tuvo una revelación: ¿y si lograba convencer al piloto de que llevara a Maduro a un país donde Estados Unidos pudiera arrestarlo?
Maduro había sido imputado en 2020 por cargos federales de narcoterrorismo que lo acusaban de contribuir a inundar a Estados Unidos de cocaína.
El agente del Departamento de Seguridad Nacional obtuvo permiso de las autoridades dominicanas para interrogar a los pilotos, tras superar sus temores de crear una disputa diplomática con Venezuela.
La conversación fue tensa y el piloto se fue sin comprometerse, aunque le dio su número de celular al agente Edwin López, un indicio de que podría estar interesado en ayudar al gobierno estadounidense.
Durante el año siguiente, incluso después de jubilarse de su trabajo en el gobierno, López persistió e intercambió mensajes de texto con el piloto a través de una aplicación de mensajería cifrada.
“Sigo pendiente a su respuesta”, escribió López al piloto en agosto, y adjuntó un enlace a un comunicado de prensa emitido por el Departamento de Justicia que anunciaba que la recompensa había aumentado a 50 millones de dólares.
Donald Trump no suelta a Maduro
El interés en un cambio de régimen en Venezuela ha cobrado impulso desde que el presidente Donald Trump retomó el cargo.
Este verano, Trump ha desplegado miles de tropas, helicópteros de ataque y buques de guerra en el Caribe para atacar barcos pesqueros sospechosos de contrabandear cocaína desde Venezuela. En seis ataques, el ejército estadounidense ha matado al menos a 28 personas.
Este mes, autorizó a la CIA a realizar operaciones encubiertas dentro de Venezuela, y el gobierno estadounidense también duplicó la recompensa por la captura de Maduro por cargos federales de narcotráfico, una medida que López intentó aprovechar en un mensaje de texto al piloto.







