La administración Trump está lanzando una investigación comercial que abre la puerta a nuevos aranceles sobre los productos chinos, aumentando las tensiones antes de una cumbre muy esperada la próxima semana entre Donald Trump y Xi Jinping.
El representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, anunció el viernes la apertura de una investigación sobre si China cumplió con un acuerdo comercial limitado alcanzado en 2020 durante el primer mandato del presidente Donald Trump.
La investigación “examinará si China ha implementado completamente sus compromisos bajo el Acuerdo de Fase Uno, la carga o restricción al comercio estadounidense resultante de cualquier incumplimiento por parte de China de sus compromisos y qué acción, si alguna, debería tomarse en respuesta”, dijo la agencia el viernes en un comunicado.
La medida amenaza con exacerbar las tensas relaciones entre Washington y Beijing, y podría servir como otro punto de presión para Trump en su reunión del próximo jueves con el presidente chino, Xi Jinping, en Corea del Sur.
La investigación se lleva a cabo al amparo del Artículo 301 de la Ley de Comercio de 1974, que permite al gobierno ajustar las importaciones procedentes de países considerados con prácticas comerciales adversas. Estas investigaciones suelen durar varios meses o más, pero sirven de base legal para que el presidente imponga aranceles unilateralmente.
El acuerdo comercial del primer mandato de Trump con China se basó en parte en las promesas de Beijing de aumentar las compras de productos agrícolas estadounidenses, una fuente de renovada tensión este año.
Liu Pengyu, portavoz de la embajada china en Washington, publicó en X que China ha “honrado escrupulosamente el acuerdo económico y comercial de la fase uno” mientras que Estados Unidos “no ha cumplido con sus obligaciones”, señalando un libro blanco que el gobierno chino publicó en abril.
Estados Unidos y China han librado una guerra comercial de ojo por ojo desde que Trump regresó al poder, la cual se ha reavivado en las últimas semanas a pesar de una tregua que redujo los aranceles entre ambos países para permitir más negociaciones. Esta pausa en el aumento de aranceles expirará a mediados de noviembre.
La administración Trump ha impuesto nuevas restricciones a las exportaciones de tecnología a China, a la vez que este país ha tomado medidas para restringir el flujo de tierras raras, cruciales para muchos sectores, como la energía, los semiconductores y el transporte. Trump también ha amenazado con imponer un nuevo arancel del 100 % a partir del 1 de noviembre si China no cede en estas restricciones.
La disputa comercial también ha provocado que China suspenda las compras de soja estadounidense, lo que ha perjudicado a los agricultores estadounidenses, que han visto cómo los mercados se contraen en medio de la guerra comercial del presidente estadounidense. Aun así, Trump ha predicho que llegará a un acuerdo con Xi sobre comercio y otros asuntos, lo que aumenta las expectativas para su tan esperada cumbre.







