Los líderes de la industria de la agricultura en Texas han expresado su rechazo a la idea del presidente estadounidense, Donald Trump, de aumentar la importación de carne desde Argentina para reducir los altos precios de estos productos en Estados Unidos, en un momento en que los rancheros luchan contra varias crisis simultáneas en el sector.
Trump, cuyo Gobierno extendió un auxilio financiero de 20 mil millones de dólares para Argentina y ha mostrado su afinidad ideológica con el presidente argentino, Javier Milei, planea cuadruplicar las importaciones cárnicas, según han informado medios estadounidenses, para así empujar los precios a la baja.
En 2024, Estados Unidos importó 33 mil toneladas métricas de carne de Argentina, 2 por ciento de todas las importaciones, de acuerdo con datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. El Gobierno Trump está barajando la compra de 80 mil toneladas, según el portal Politico.
Estos planes han recibido el rechazo tanto por parte de líderes ganaderos como de algunos legisladores del partido republicano.
En Texas, responsable del mayor porcentaje de producción doméstica de carne, el comisionado de Agricultura, Sid Miller, alertó que aumentar las importaciones sería perjudicial para los rancheros en el estado.
“No tiene por qué haber un conflicto entre nuestros productores y consumidores de carne de res”, escribió Miller en su cuenta de la plataforma X, “si queremos reducir los precios (y deberíamos hacerlo), debemos importar ganado reproductor para aumentar nuestros rebaños nacionales”.
Los precios de la carne de res en Estados Unidos en los supermercados están alcanzando niveles récord debido a la disminución del número de reses y la fuerte demanda de los consumidores, señala un informe del Texas Farm Bureu, la organización que representa a agricultores y ganadores del estado.
El precio promedio de la carne molida subió a 6.12 dólares por libra en junio, un aumento de casi el 12 por ciento respecto al año anterior; Los precios del bistec también se dispararon, con un precio promedio de 11,49 dólares por libra, un incremento del 8 por ciento respecto al año previo, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.
La cantidad de ganado en Estados Unidos está en su nivel más bajo en décadas debido a una serie de factores, incluyendo las sequías, aumento en los costos de mantenimiento y el parón a la importación de ganado de México por los brotes del parásito gusano barrenador.
A nivel nacional, la Asociación Nacional de Ganaderos de Carne de Res (NCBA) también expresó sus preocupaciones al plan de Trump, advirtiendo que crearía “caos en un momento crítico para el sector y no haría nada para reducir los precios en los supermercados”.
El consejero delegado de la NCBA, Colin Woodall, también argumentó en un comunicado que Argentina tiene una relación comercial “de profundo desbalance con EU” en el sector cárnico.
Desde el Congreso, un grupo de ocho legisladores republicanos, de estados ganaderos como Dakota del Sur, Colorado, Texas y Minesota, escribieron una carta al presidente transmitiendo “preocupaciones graves” por parte de los productores sobre sus planes de importación.
“Si bien reconocemos la importancia de mantener relaciones comerciales sólidas y mercados diversos, nuestros productores buscan claridad sobre cómo se tomará esta decisión, qué normas de seguridad e inspección se aplicarán y cómo esta política se alinea con el compromiso de su Administración de fortalecer la agricultura estadounidense”, señalaron los congresistas.
Trump recibió la semana pasada a Milei en la Casa Blanca, tras el cual se firmó el plan de ayuda para Argentina, que incluye un programa de intercambio de divisas valorado inicialmente en unos 20.000 millones de dólares.
El acuerdo de ‘swap’ de divisas para tratar de estabilizar el peso argentino viene condicionado, según dijo la semana pasada Trump, a un triunfo del partido de Milei, La Libertad Avanza, en las cruciales elecciones legislativas del 26 de octubre.







